Recuperar vida entre la muerte: la tarea de los rescatistas durante la explosión en Rosario
El 6 de agosto de 2013 pasó de ser un día común y corriente a uno de los más sombríos en la historia de Rosario. Salta 2141, un escape de gas, una explosión y la muerte de 22 personas. El recuerdo, en primera persona, de los "buscadores de vida" entre los escombros dejó la explosión.
Recuperar vida entre la muerte: la tarea de los rescatistas durante la explosión en Rosario
En la mañana del 6 de agosto de 2013, Rosario se enfrentó a un escenario nunca visto, una tragedia de tal magnitud que se cobró la muerte de 22 personas. Bomberos zapadores rosarinos recuerdan hoy su rol de aquel momento en los trabajos de recuperación tras la tragedia en calle Salta 2141.
La imagen de una ciudad sacudida por la explosión, cuando una fuga de gas natural provocó el estallido y posterior derrumbe total de un edificio del centro de Rosario, se volvió icónica.
En un día difícil de transitar, Mirador reconstruyó ese 6 de agosto de 2013 a través de las voces de los rescatistas del GERZ (Grupo Especial de Rescate Zapadores, Policía de Santa Fe). En conversación con este medio, el director general Andrés Lastorta, subcomisario Sergio Pelletti, inspector Luciano Montoya y el inspector Rivero Leandro (encargado de los canes) relatan esta trágica analogía del suceso que marcó un antes y un después en la ciudad de Rosario.
El pánico en carne propia
Director general Andrés Lastorta
-Ese día suena la alarma, ¿cómo se prepara el cuartel de bomberos zapadores?
-El 6 de agosto de 2013 habíamos entrado en guardia, como todos los días en horario normal. Eran aproximadamente las 9.30 cuando se escuchó una fuerte explosión, todos salimos afuera del cuartel porque no sabíamos qué había pasado. A los pocos segundos, sonó la alarma de incendio, nos habían dicho que era una explosión de caldera en la planta baja de un edificio, en calle Salta, con gente atrapada. Por lo que se partió con una primera dotación de incendios, con personal capacitado y con una dotación de rescate. Al llegar al lugar, nos encontramos con un panorama bastante desolador. Había heridos en la calle, escombros y focos de fuego, por lo que se empezó a tratar de ver cómo llegábamos a esa gente que estaba en problemas. Procedimos a ascender por un edificio lindero hasta el décimo piso, pasando de balcón a balcón. Con los bomberos pudimos ir rescatando a la gente que estaba con vida, y entramos a los departamentos donde, en ese primer momento, se pudo rescatar a una pareja que estaba en el décimo piso, ya totalmente colapsado. Se siguió descendiendo y pasando por la parte exterior del edificio entre medio de los escombros, encontramos a una familia completa.
El día después de la tragedia, la foto de una ciudad sacudida por un suceso trágico sigue siendo para muchos dolorosa de observar. Crédito: archivo/gentileza Gustavo Ruarte
-¿Cuál es el instante clave en la búsqueda de rescate?
-El primer día fue fundamental, sobre todo en las primeras horas. como siempre digo y agradezco a Luciano Montoya, quien me acompañó en los primeros momentos, que fue donde rescatamos a las víctimas del noveno piso. Después encontramos a la primera persona sin vida, una joven que estaba junto a su mascota, y el can milagrosamente no tenía ninguna lesión.
Después de seis días y noches de arduo trabajo, se buscaba a personas sin vida. Oíamos sonidos de teléfonos, radios prendidas en el subsuelo que nos daban esperanza de encontrarlos vivos, lamentablemente lo único que se pudo recuperar fueron los cuerpos para entregárselos a los familiares.
Subcomisario Sergio Pelletti
-¿Cómo fue tu participación durante esas jornadas?
-Como rescatistas, fuimos convocados por el jefe que estaba a cargo. Llegamos al lugar y fue, sinceramente, todo un caos, porque una catástrofe de tal magnitud es difícil de organizar en las primeras horas. En el transcurrir del tiempo, se fue organizando el comando de incidentes para la parte organizativa de una catástrofe, mientras los del grupo especial zapador hacían todas las operaciones para poder (rescatar) encontrar a las personas atrapadas que aún estaban con vida en el lugar.