Cascada del Saladillo: Nación cortó los fondos, la obra se frenó y peligra su continuidad
El proyecto de restauración se encuentra frenado ante el recorte de fondos a obra pública que definió el nuevo presidente de la Nación, Javier Milei. La Provincia intenta destrabar los fondos, pero el futuro es desalentador.
Cascada del Saladillo: Nación cortó los fondos, la obra se frenó y peligra su continuidad
La obra de la cascada del arroyo Saladillo en Rosario viene, desde hace tiempo, complicada. El masterplan constaba de un plazo de ejecución de obra de ocho meses, pero desde que comenzó en julio de 2022, ese objetivo se fue corriendo cada vez más, al punto de que hoy hay incertidumbre sobre su futuro.
Si bien, con el gobierno del expresidente Alberto Fernández también hubo tires y aflojes con la Provincia para poder destrabar el envío de fondos, la asunción del flamante nuevo Jefe de Estado nacional, Javier Milei, cambió el panorama por completo.
Es que el líder Libertario tomó la decisión de frenar el envío de recursos para el financiamiento de obras públicas en todas las provincias. En la ciudad de Rosario, el caso de la cascada del Saladillo es un ejemplo concreto de las consecuencias que trae aparejada la postura.
Cascada del Arroyo Saladillo.
A principios de 2023 la ex ministra de Infraestructura, Servicios Públicos y Hábitat provincial de Perotti, Silvina Frana, contó a El Litoral que tuvo que viajar a Buenos Aires personalmente para dinamizar el cobro de fondos nacionales destinados a la obra de la cascada del arroyo en la zona sur de Rosario, y si bien lo logró, meses después, nuevamente, se retrasó el pago y el proyecto prácticamente se frenó.
Ahora, “Nación cortó los fondos para muchas obras, por ejemplo, en la cascada del Saladillo. Si no se retoma de alguna manera, tenemos en peligro de sustentabilidad un puente”, advirtió en declaraciones radiales el ministro de Obras Públicas de Santa Fe, Lisandro Enrico.
El proyecto de restauración está a cargo de una UTE conformada por las empresas Mundo Construcciones y Supercemento. Y si bien cuando el gobierno de Perotti terminaba su ciclo parecía que el proyecto se había encauzado, con la llegada de Maximiliano Pullaro a la Casa Gris, la situación es más dramática.
Desde el gobierno de la provincia de Santa Fe confirmaron que las intenciones de sostener la obra es un objetivo y que realizarán “todos los esfuerzos posibles”, pero el futuro es desalentador.
Es que Enrico viajó esta semana a Buenos Aires con el propósito de destrabar -otra vez- el envío de recursos, pero se encontró con el hecho de que la dependencia a cargo no tenía ningún funcionario designado todavía.
Terminar el trabajo es clave, porque prevé el reacondicionamiento del puente Molino Blanco —ubicado en la calle Ayacucho sobre el Arroyo Saladillo—, que vincula las localidades de Rosario y Villa Gobernador Gálvez. Este plan brindará una solución integral a la problemática de estabilización de la cascada, en el corto y largo plazo.
Actualmente la obra, que está dividida en dos etapas, se encuentra transitando la primera. Frana explicó que lo realizado “no llega al 40% de avance”, mientras que a la segunda le falta bastante más trabajo, porque le resta “entre un 70% y 80%” de avance, habían informado a este medio.
El plan
Las obras de este trabajo se desarrollan en dos etapas: la primera prevé el reacondicionamiento estructural del puente Molino Blanco y la protección de la cascada para detener el retroceso de la misma; en tanto que la segunda consiste en la ejecución de una pantalla de hormigón armado.
Las tareas contemplan el reacondicionamiento del puente Molino Blanco ubicado en la calle Ayacucho sobre el Arroyo Saladillo, que vincula las localidades de Rosario y Villa Gobernador Gálvez, y brindarán una solución integral de la problemática de estabilización de la cascada, en el corto y largo plazo.
Las acciones se desarrollan en el marco del proyecto de recuperación del Parque Regional Sur, que se ejecutará en dos etapas: la primera prevé el reacondicionamiento estructural del puente Molino Blanco y la protección de la cascada para detener el retroceso de la misma; en tanto que la segunda consiste en la ejecución de una pantalla de hormigón armado. La iniciativa cuenta con una inversión que supera –hoy en día- 8.000 millones de pesos.
Las mejoras consisten en el refuerzo del puente existente, mediante la construcción de una nueva cimentación que permita mantener su estabilidad ante la eventual erosión del lecho del arroyo, con el objeto de conservar el punto de conexión.