En Estación Embarcaderos (Vélez Sársfield 164), los Consejos de niñas y niños de Rosario presentaron su proyecto 2022 denominado «Ciudad Humedal. El paisaje de nosotros». Con la presencia del intendente Pablo Javkin, las consejeras y los consejeros contaron a una concurrida audiencia su propuesta de trabajo, que en esta ocasión tiene como protagonista al humedal.
Como cada fin de año, las chicas y los chicos expusieron ante el titular del Ejecutivo local la proposición que elaboraron durante 2022. Las infancias de Rosario se encuentran preocupadas por las acciones que en los últimos años han afectado con mayor intensidad su ecosistema: las quemas y las consecuencias directas e indirectas que esto tiene sobre la flora y la fauna y la salud de las personas. Las niñas y niños entienden que ‘ciudad y humedal’ son un único todo que aloja a la humanidad y convocan a las autoridades y a la ciudadanía a mirarlo y aprender de él para valorarlo.
"El proyecto es sobre los humedales, de esto que es lo más lindo que tiene la ciudad que es el Consejo de Niños y Niñas, y tiene varias instancias como un proyecto de escuela de río, un proyecto de visitas al Legado Deliot, y una cosa muy linda de miradores al río que es lo que nos comprometimos a hacer, por lo menos el primer prototipo de acá a febrero, y como siempre nos vamos también con fechas obligadas", explicó Javkin, tras acordar con las y los consejeras, con quienes compartió una dinámica charla.
"Los chicos son muy exigentes y la verdad es que hay un planteo de cómo recuperamos nuestra visión del río más allá de la lucha que tenemos contra las quemas, y que tiene que ver con valorizar y ver mejor lo que tenemos, y estamos muy contentos con eso", afirmó.
Durante la presentación que hicieron chicas y chicos en Estación Embarcaderos, Javkin recordó que su primer acto como intendente fue, justamente, un encuentro con los Consejos. "Una de las cosas más lindas que tiene Rosario y que para nosotros es un lugar para aprender. Dicen que las ciudades funcionan bien cuando funcionan bien para los más chicos más chiquitos y para los grandes más grandes, ésa es la manera de saber si una ciudad está desarrollándose bien, por eso estamos muy atentos a lo que ustedes propongan", sostuvo el mandatario.
Por su parte, Meri Affranchino, directora del proyecto Ciudad de las Niñas y los Niños, ponderó de esta experiencia la participación de las familias en los proyectos: "No serían parte de esta escena si no fuera por los padres y las madres que los acompañan".
En la oportunidad, el intendente y los equipos de Cultura homenajearon a Affranchino, quien está transitando su último año como trabajadora municipal en Ciudad de las Niñas y Niños, antes de su jubilación. "Solo he tenido lugares queridos, y éste es el mejor lugar donde terminar de trabajar. Les agradezco a todos ustedes, compañeros, compañeras, y a los chicos, por las discusiones, las ideas y por las ganas. Ha sido un placer el camino recorrido con ustedes, juntos y a la par", señaló la funcionaria, con el aplauso de los presentes.
Luego de la presentación, las y los consejeros hicieron entrega a Javkin del proyecto escrito. A su vez, recibieron de manos de sus coordinadores certificados que dan cuenta de su participación a lo largo del año en los consejos.
Durante la actividad estuvieron presentes, además, el secretario de Cultura y Educación, Dante Taparelli; el subsecretario de Industrias Creativas y Culturales, Federico Valentini; la subsecretaria de Cambio Climático y Transición Ecológica Justa, María del Pilar Bueno Rubial; la directora General de Espacialidad Cultural Pública, Carolina Balparda, y como invitada especial, la ex secretaria de Cultura de la Municipalidad, María de los Angeles "Chiqui" González.
El proyecto en palabras
Chicas y chicos de toda la ciudad se reunieron durante todo el año en sus Consejos para conocer Rosario, jugarla, debatir ideas y mirarla con sus ojos de infancia. Preocupados por la situación del humedal, plantean que no debería ser necesario sentirlo en peligro para valorarlo: “El humedal es la libertad y a la vez es un regalo. Es un patrimonio, una herencia que la tierra nos dejó y hay que cuidarla”, sostienen en su proyecto.
“Estuvimos pensando en el río, en el humedal, en que la gente se interese más y tome conciencia”, enuncian consejeras y consejeros y entienden que mirar el humedal es “mirarnos también a nosotros mismos y entender que somos uno”.
Así, en su iniciativa consideran que el propósito es convocar a la ciudadanía a comprometerse con el ambiente, que las personas conozcan y aprendan sobre el humedal para lograr que quieran ayudar y se involucren.
Niñas y niños creen que “Ciudad y Humedal” son un binomio inseparable y que aprender sobre esto “nos permite querer y proteger el espacio en el que vivimos”.
Propuestas concretas
“El proyecto tiene algo educativo, algo de concientización”, enuncia una de las niñas. Para ello, presentan diferentes ideas y acciones que permitirán a la ciudadanía conocer más sobre el humedal:
- Instalar miradores en toda la ciudad que permitan observar el río y el humedal en toda su dimensión, para conocerlo y aprender sobre él. Estos miradores deberían estar acompañados por juegos y referencias para identificar los diferentes tipos de plantas y animales y se podrían hacer junto a ellos murales con temática de río, para lo cual proponen convocar a artistas de la ciudad. Los miradores podrían girar 180° para ver las islas, el agua, el cielo y sus estrellas. También proponen juegos para la primera infancia: caminitos de peces para los más chiquitos, juegos con imanes, hamacas y libros en las barrancas.
- Realizar festivales y juegos cerca del río, tanto en el sur como en el norte. Podrían servir para pasar tiempo en familia, para celebrar y estar en compañía. En ellos se podría escuchar música del litoral, como chamamé, y que haya ferias donde vendan cosas relativas al humedal. Además les gustaría en esas ocasiones armar un parque acuático con juegos en el río: un tobogán que termine en él, un puente flotante con escalones y juegos con sogas y tablas para flotar.
- Crear escuelas de uso del río y valoración del humedal, para aprender sobre él y a movernos con seguridad. Serían públicas y en ellas se enseñaría a nadar, a navegar en kayaks y veleros, el uso de chalecos salvavidas, cómo remar o hacer nudos. Sumado a esto, sugieren brindar charlas educativas en jardines, escuelas y geriátricos, con diferentes recursos que permitan dar información sobre la flora y la fauna del humedal, entendiendo que es nuestro paisaje y cómo nos vinculamos con él.
- Establecer un sistema de kayaks públicos, no de competencia, para visitar el río, a la par que proponen que exista un carnet y se usen con la misma tarjeta que los colectivos. Para ello, se necesita que haya clases gratuitas para aprender a usarlos y en las que se enseñen las reglas de uso del río, como en las escuelas que las consejeras y los consejeros proponen que existan.
- Desarrollar recorridos en el río y visitas al Legado Deliot. Las chicas y los chicos sugieren que exista un catamarán o lancha para recorrer el Paraná, que tenga guías con diferentes paradas, como un colectivo que recorra las islas. Podrían disfrutarlo los turistas, pero también quienes viven en Rosario. Además, proponen realizar visitas al Legado Deliot con cierta frecuencia.
La Ciudad de las Niñas y los Niños
En el año 1996 nuestra ciudad se sumó a la iniciativa del pedagogo italiano Francesco Tonucci de crear Consejos de Niñas y Niños como una forma de lograr que las personas que toman las decisiones en las ciudades escuchen a los chicos y chicas que las habitan.
Es así como, año a año, las y los consejeros rosarinos piensan, discuten, y deciden desde diferentes puntos de la ciudad un proyecto que les presentan a las autoridades municipales.
El objetivo de la propuesta de La Ciudad de las Niñas y los Niños, dependiente de la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario, es que la voz de las infancias sea escuchada y tenida en cuenta para el desarrollo de las políticas públicas. Pensar la ciudad a la medida y de la forma en que lo hacen las infancias tiene como objetivo favorecer la convivencia urbana y la planificación del espacio público para el encuentro, el juego, la recuperación histórica de los barrios, edificios y lugares que nos pertenecen como rosarinos. Esto implica aceptar la diversidad y es garantía para proyectar una Rosario múltiple, democrática, apta para vivir y convivir.