Francisco Díaz de Acevedo
Francisco Díaz de Acevedo
Santiago Bertaina y Carolina Fenoy podrán contar un día a sus nietos que recorrer el mundo no sólo es subirse a una camioneta y desandar kilómetros sino también enfrentar las vicisitudes de un mundo cargado de sorpresas.
Santiago tiene 30 años, nació en El Trébol, Santa Fe y es Ingeniero Industrial. Carolina tiene 26. Es de General Alvear, Mendoza, con mucho pasado en San Luis y le falta su tesis para recibirse de Administradora de Empresas.
Tras despedir el año en la ciudad de El Trébol, la pareja comenzó un viaje sin tiempo por todo América. Ellos dicen que “oficialmente” el periplo comenzó el 6 de enero desde San Luis.
A bordo de una camioneta VW Amarok y un camper sobre ella, recorrieron en estos meses las provincias de Córdoba, San Juan, La Rioja, Mendoza y Neuquén. Su objetivo, desde el día 1, es llegar a Alaska, subiendo por toda América.
Los “Hakuna matata por el mundo”, como ellos mismos se llaman, partieron de tierras argentas en busca de la conquista de todo el continente, sabiendo de los escollos pero sin imaginar nunca lo que se iba a presentar ante ellos.
Pero el coronavirus alteró su vida y su viaje para siempre y esta es una de las tantas historias que se vieron alteradas por semejante pandemia.
Cambio de planes
“Cuando llegamos a San Martín de los Andes, hace ya unas semanas, empezaron a cerrar todos los parques nacionales y tuvimos que empezar a variar el recorrido. Fue el primer encontronazo con la realidad. Allí empezamos a escuchar del “Coronavirus”. Logramos hacer el “Camino de los 7 lagos” aunque conocimos poco porque todo estaba ya clausurado así que nos cruzamos a Bariloche para quedarnos‘, contó Santiago y añadió: ‘Los campings estaban todos cerrados y nos instalamos en una estación de servicio. El administrador nos escuchó y nos entendió. Allí estuvimos 5 días, teníamos seguridad, wi fi, baños y así fuimos pasando los primeros días”.
Un techo y volver a empezar
Santiago completó: “Después de eso decidimos empezar a compartir con amigos la situación y buscar un lugar más cómodo para quedarnos. Una persona de gran corazón de Bariloche nos brindó una cabaña sin costo para que nos quedemos mientras esperamos que se normalice la situación. Al menos tenemos un patio para caminar y un techo para vivir. En las otras cabañas hay otros viajeros que están en la misma situación, fueron sorprendidos por la pandemia y están haciendo cuarentena”.
Si bien el viaje recién comienza, la llegada a América de la pandemia del COVID 19, alteró notoriamente los planes de los jóvenes, que planeaban estar en Alaska para fin del 2020.
“Estamos agradecidos de la gente que nos cruzamos hasta ahora. Nos dedicamos hoy a hacer artesanías para acumularr stock y tener ingresos”, explicó Carolina.
—¿Pero que será de la pareja viajera en el futuro?
—“Bajo ningún aspecto pensamos en renunciar a unir toda América. Si es necesario nos quedaremos en Bariloche o en Esquel a trabajar durante un tiempo esperando que esto se normalice, pero el coronavirus no terminará con este sueño que tenemos los dos”, dijo tajante Fenoy y añadió: “El día que nos vayamos, queremos llegar hasta Ushuaia. Después veremos. No tenemos nada definido. Aparte dependemos de las medidas que tome cada país. Para llegara Ushuaia primero hay que pasar por Chile que hoy tiene sus fronteras cerradas. Hay que esperar, nada está definido, salvo que esto no nos parará. Por el momento, buscaremos donde trabajar. Esto no termina acá”.