Salud en el sur-sur: ante la mayor demanda buscan maximizar la eficiencia
El director regional de Salud, Joaquín Sánchez de Bustamante, explicó que además del 40% de la población sin cobertura médica, dentro del otro 60%, por distintas causas, los afiliados sufren carencias que, a veces, debe compensar el sistema público.
Salud en el sur-sur: ante la mayor demanda buscan maximizar la eficiencia
Desde el 11 de diciembre último, el nuevo director regional de Salud es el médico cirujano venadense Joaquín Sánchez de Bustamante, quien ya se había desempeñado durante el gobierno de Miguel Lifschitz como co-director del Hospital Gutiérrez junto a Cecilia Petrich, y en los últimos cuatro años fue el director médico del sanatorio más importante del sur-sur santafesino.
Con el triunfo electoral de Maximiliano Pullaro y Gisela Scaglia en septiembre último, Bustamante resultó el elegido para la coordinación de la salud pública en el departamento General López y el sur del departamento Caseros, totalizando 37 localidades, donde se destacan los hospitales de Venado Tuerto, Firmat y Rufino.
En estos dos meses de gestión, que coincidieron con la estampida inflacionaria de diciembre y enero, se instaló la sospecha de que los efectos de la crisis impactarían fuerte en los sistemas de salud provinciales, por ejemplo, con el abandono de los servicios de medicina prepaga como respuesta a la liberación descontrolada de las cuotas mensuales, y la pérdida de las obras sociales por parte de los trabajadores desempleados, todos los cuales pasarían a engrosar la clientela de los hospitales.
Consultado al respecto por El Litoral, el director regional de Salud ofreció precisiones: “Del total de nuestra población, un 40% aproximadamente no tiene ningún tipo de cobertura, y del otro 60%, un 15% cuenta con el servicio de PAMI; un 15% con la obra social provincial (Iapos); un 15% con obra social sindical y un 12% dispone de servicios de medicina prepaga”.
Hospital Gutiérrez, referencia clave de la salud pública en el departamento General López.
Luego de desplegar estos porcentajes, consideró que, más allá de lo que la mayoría supone, un posible desgranamiento en los sistemas prepagos no colapsaría el sistema público porque no se trata de una cantidad significativa. No obstante, Sánchez de Bustamante aclaró que la demanda hospitalaria también crece desde el resto de los sectores, y ejemplificó: “Hoy son muchos los afiliados a obras sociales sindicales, el PAMI o la obra social provincial que, por distintas razones, no reciben el ciento por ciento de los servicios, e incluso existen programas nacionales, como el Incluir, que fue recortado en sus prestaciones y entonces sus beneficiarios acuden al sistema público provincial de salud. Todo este cúmulo de situaciones lo corroboramos diariamente y eso genera una sobrecarga, a veces con costos económicos muy elevados, como es el caso de los medicamentos”.
En este sentido, el médico consideró que “en un escenario de restricciones, hay demandas de medicamentos que deben ser reordenadas; muchas veces, desde el ámbito privado se indican fármacos que debe adquirir el sistema público, pero que son muy costosos y cuya presunta efectividad aún no está probada. Hay algunos que cuestan más de 100 millones de pesos por mes, para una sola persona y un único tratamiento, y si no hay una seguridad absoluta de la necesidad de esa aplicación, hay que ser prudentes con esos gastos”, aseveró.
Mayor eficiencia
Sobre la evolución en el corto y mediano plazo, con una demanda en ascenso y recursos económicos que no abundan en las arcas provinciales, a la vez que se restringen desde Nación, el funcionario sostuvo que “hoy el objetivo es maximizar la eficiencia en la utilización de los recursos disponibles, desde el personal hasta los insumos, y somos conscientes de que hay mucho por optimizar en casi todas las áreas”.
Tras asegurar que “no son tantos” los cargos que se necesitan cubrir en las distintas áreas de salud en la región, el integrante del Comité Promotor del Plan Estratégico Participativo (PEP) de Venado Tuerto aceptó que “la creación de nuevos cargos no es viable en los próximos tiempos en este contexto provincial y nacional, y es precisamente por este motivos que necesitamos que todos aquellos que, por distintos motivos, no están cumpliendo sus tareas, puedan retirarse o bien que se reintegren a sus funciones, si es que ya están en condiciones”.
Y sobre este último punto, en línea con una observación más rigurosa de los agentes estatales de licencia que se impuso en la era Milei, describió que en el gobierno santafesino “todos los ministerios tienen una dependencia de Salud Laboral, que en los últimos años habían sido desactivadas, aunque en nuestra área, en este último mes se entregaron más fechas de juntas médicas que en el último año completo. Al no estar habilitadas estas juntas médicas, no podía evaluarse la veracidad de los certificados que se venían presentando, en muchos casos durante muy largo tiempo, y ahora sí podrá revisarse cada situación”, puntualizó.
Un párrafo aparte merece la situación de las pequeñas localidades que tienen asignados los cargos de médicos, pero no hay profesionales interesados en radicarse en esos lugares, generando una problemática de difícil resolución para las autoridades sanitarias regionales y provinciales. Y este mismo fenómeno se verifica con algunas especialidades en crisis, como pediatría, con cargos vacantes que no pueden cubrirse en ciudades importantes como Venado, Firmat y Rufino.
Región equilibrada
Una de las claves para el buen funcionamiento de la salud pública en la región es conseguir el adecuado equilibrio entre los distintos prestadores, de acuerdo con sus roles, y en este sentido descuellan el venadense Hospital Gutiérrez -de tercer nivel y alta complejidad- y los de Firmat y Rufino, que se ocupan de las sub-regiones. “El viernes 9 pusimos en funciones a la doctora Mónica Cortassa en Firmat y a la doctora Florencia Maidana”, destacó Bustamante y agregó: “Es fundamental que estos hospitales empiecen a traccionar sus sub-regiones y sólo deriven al Hospital Gutiérrez las situaciones de alta complejidad”.
Uno de los objetivos de esta gestión recién iniciada es que en las sub-regiones vuelvan a realizarse partos y cesáreas, a partir de la refuncionalización de los hospitales de Rufino y Firmat, que “deberán disponer de maternidades seguras, con todos los recursos humanos, tecnológicos y edilicios”, evitando a la vez sobrecargar al Hospital Gutiérrez.
También hizo mención a la carencia del servicio de terapia intensiva en Rufino, y admitió que esa debilidad no podrá ser resuelta “en el corto plazo”, en tanto que la ciudad de Firmat sí cuenta con ese servicio y se estima que a la brevedad las nuevas instalaciones estarán funcionando en plenitud.
Asimismo, valorizó el óptimo desempeño de la flamante unidad de terapia intensiva pediátrica en el Hospital venadense, que “será de gran ayuda cuando llegue la etapa de alta demanda en el próximo invierno, porque disminuirá los traslados de niños a centros médicos de Rosario”.
Y recordó más adelante las constructivas transiciones de la gestión que compartió con Petrich hacia la que comenzó Daniel Alzari, y ahora la que este último realizó mano a mano con el nuevo director Juan Ferrer. “Fueron procesos muy amigables entre gente que se conoce y trabaja codo a codo en distintos ámbitos, en busca de que no afecten en absoluto ni a los trabajadores ni a los pacientes”, subrayó, en contraste con traspasos traumáticos en otros ámbitos.
Además, el funcionario regional destacó la muy buena relación entre los prestadores públicos y privados, y hasta se animó a destacar que, en ese rubro, “Venado es una isla”. “Hoy la relación entre los sanatorios y el sistema público es muy fluida”, aseguró.
Con ministra del sur-sur
Consultado sobre el enfoque de la salud pública que se viene dando en estos dos meses de gestión en la provincia de Santa Fe, el director regional destacó en primer término la conformación de equipos que "promueven el trabajo en conjunto, en busca de acompañarse mutuamente en un momento difícil para todos, que nos ayuda a evitar sobrecargas y ser más eficientes. Desde ya que la situación macroeconómica es compleja y el futuro es incierto, pero la tarea debe seguir desarrollándose a pesar de las dificultades”.
Bustamente destacó la experiencia territorial de la ministra de Salud, Silvia Ciancio.
En la misma línea, Bustamante exaltó, en referencia a Silvia Ciancio, que “es la primera vez que tenemos una ministra de Salud originaria del sur-sur” y añadió la importancia de conocer a fondo la realidad territorial del área, dado que la médica supo ocupar el rol de directora regional de Salud y últimamente presidió la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados santafesina, y además estuvo al frente de pequeños hospitales, como los de Elortondo y Melincué, y sabe de qué se trata. “En la gestión provincial precedente fue muy evidente el objetivo de privilegiar a los grandes hospitales y hoy empieza a prevalecer un enfoque regional, donde se aspira un mayor equilibrio e integración, atendiendo también a los demás hospitales”, remarcó el funcionario provincial, quien aguarda, en el transcurso del año, contar con sede propia para su repartición en la ex Sursafe de calle Brown al 1700.