El emprendedor se lanzó a la producción y comercialización de carnes premium. En Fundo Noemiro cada media res es despostada y trozada "a la argentina". Los cortes se envasan, se congelan y se venden directo al consumidor. Brindan talleres de asado argentino que cautivan a los peruanos.
Por Juan Franco
Oriundo de Amenábar, el contador público Reinaldo Leuci es venadense por adopción desde 1990, cuando ingresó a Essen Aluminio, donde continúa más de 30 años después, ahora como director. En el marco de la expansión de la empresa de la familia Yasci, Leuci recorrió Sudamérica para consolidar el desembarco de las afamadas ollas en varios países, como Uruguay, Paraguay, Chile, Bolivia y Perú. Y en este último, en 2012, ató varios cabos sueltos. “Me llamó la atención la carne dura que comían los peruanos, inaceptable para nuestro paladar; también se consigue de origen estadounidense, que es carísima y se consume en los restaurantes de primera línea y muy de vez en cuando entre la población más acomodada, pero en general es inaccesible”, cuenta el empresario. Y agrega: “Veía mucha crianza de terneros, siembra de maíz y, sobre todo, interés del peruano en comer carne de buena calidad y precios razonables”.
Leuci había descubierto que el negocio era producir y comercializar carne premium de res, aplicando técnicas de venta directa estilo Essen. Ya lo tenía en la cabeza. El resto era poner manos a la obra, incluidas las suyas, porque se involucró con cuerpo y alma en el proyecto. “Lo que estamos haciendo es llevar al Perú toda la cultura de la carne argentina, a partir del asado y el vino. Hay que ser pacientes en los objetivos -aclaró-, porque allá la milanesa se hace con pollo o cerdo, y ni se conocen el matambre y el vacío, pero hay un amplio mercado por desarrollar”.
Nada de importación
“No importamos carne argentina, sino que la producimos en Perú. Lo único que llevamos es el know how, lo demás es peruano. Y todo con el macho Holando joven. Compramos los terneros de 65/70 kilos y aplicamos una dieta elaborada por nutricionistas e ingenieros argentinos para obtener la misma calidad de carne que en nuestro país. Y al cabo de ocho meses de corral (11 meses de vida) los llevamos a faenar con unos 400 kilos de peso”, detalló. “Nosotros despostamos y trozamos las medias reses de acuerdo a la técnica y nomenclatura argentina, envasamos al vacío, congelamos y distribuimos al consumidor final con la denominación Carne Premium Fundo Noemiro 100% Peruana”, describió Leuci.
“En Arequipa alquilamos una parcela de cinco hectáreas y tenemos 160 animales en distintos corrales”, ilustró. “Además producimos el maíz para el engorde, todo bajo riego, porque la zona es desértica, apenas si llueve 10 milímetros anuales. Se siembra el maíz en hilera y el agua viene de una represa, a través de acequias, al estilo mendocino”, añadió el ex bancario.
Con Noemiro, aclaró el autor del libro ‘Preparándonos para una nueva era’, “no apuntamos a un mercado popular, sino a competir con la oferta norteamericana. Hoy estamos produciendo carne de mejor calidad que ellos, más tierna y a un valor inferior, aunque por arriba de la nacional, enfocados al público consumidor de clase media y media-alta que quiere comer bien e integra estas carnes premium a la dieta diaria, como asado, costeleta, churrasco, milanesa de nalga y de peceto. Y también elaboramos chorizos, salchichas y hamburguesas”, informó.
Sin intermediación
Si bien cuentan en la ciudad con una tienda para la venta al público, “los canales más usados son las redes sociales y whatsapp, y además estamos organizando una red de distribuidores en Arequipa, en Ilo, en Tacna y en Lima, que recorren casa por casa, y los encargues se envían a domicilio”, contó Leuci, quien coordina un grupo de siete empleados y elogia el acompañamiento de la economía peruana, ya que la inflación es del 3 por ciento anual, el sistema tributario es sencillo y las cargas laborales son menores. “Una macroeconomía estable simplifica las operaciones y, sobre todo, atrae las inversiones”, sintetizó.
“En Argentina, aunque bajó el consumo de carne vacuna a 47 kilos por habitante en el año, en algún momento estuvo en 60 kilos, e incluso en 70, mientras que en Perú el promedio anual es 7 kilos por persona. Es otra cultura, comen mucho pollo, cerdo y pescado. Sin embargo, prueban la carne producida y cortada al estilo argentino y se enamoran, no sólo del gusto, sino del ritual de un asado tradicional”, exclamó el conferencista.
Taller del Asado argentino
En Noemiro lanzaron un Taller de Asado Argentino para demostrar las virtudes de sus carnes premium y así multiplicar la clientela. “En un asador bien criollo, los alumnos asisten a un curso teórico-práctico de tres horas de duración, y el mismo asado que hacen ellos, lo disfrutamos todos juntos en la mesa. Además, ambientamos una peña con un pequeño escenario para completar con un poco de música. Tanto es así que aprendí la letra de la milonga de Borges, ‘Manuel Flores’, y sobre una pista musical la recitaba como apertura de la peña”, cuenta Leuci, entre risas.
Tras señalar que al cabo del curso los chef asadores otorgan un diploma a los alumnos, aseguró que con estos talleres “nos hicimos conocidos y formamos decenas de especialistas en asar para sus familias y sus amigos con nuestras carnes”. “También diseñamos una parrilla móvil para hacer asados y peñas en Ilo y Tacna, y hasta hicimos talleres en el Jockey Club de Lima. Aunque todo se interrumpió con la pandemia el 13 de marzo del año pasado y aún no pudimos reanudar la actividad”, lamentó el emprendedor, con ganas de volver a la normalidad, junto a su socio Christian Encinas, familiares y colaboradores.
“Desde Perú somos importadores de las culturas tradicionales de Argentina, no sólo por las carnes, sino también por los vinos, el mate amargo y hasta los obsequios a los clientes, porque como incentivo usamos un sistema de recompensa, donde los compradores de nuestras carnes premium suman puntos que luego canjean por productos típicos argentinos, como vinos, mates, cuchillos, tablas de madera o artesanías de cuero”, enumeró el contador Leuci.