Rodrigo Pretto | [email protected]
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“Sastre, tierra de gliptodontes” había despertado un fuerte interés en la comunidad al momento de su anuncio, a principios del mes de julio. Y finalmente, este último sábado 31 el Museo de la cabecera del departamento San Martín le abrió las puertas a un público que no tardó en responder. “El viernes ya estaban agotadas todas las visitas, no sólo para el primer fin de semana, sino que tampoco tenemos más lugar para el próximo”, explicó Elisa Oitana, directora de la institución de la ciudad.
La expectativa ciudadana generada cuando se conoció el desembarco de la exposición que rememora en el colectivo social de los sastrenses el hallazgo de un fósil de gliptodonte en el año 1998 cuando se avanzaba con las obras de la red cloacal por todo el ejido urbano terminó siendo superada. “No esperábamos esta respuesta de la gente. El primer fin de semana se completaron los turnos y para el próximo tampoco hay más lugares”, sostuvo Oitana.
La muestra itinerante – con un fuerte enfoque para los más pequeños pero que no descuida el interés de la familia – arribó de la mano de la Red de Museos y recorre diferentes puntos de la provincia. Pero en Sastre tuvo su retoque especial. La exposición fue adaptada con información adicional y existente sobre el hallazgo en 1998 de un fósil de gliptodonte e introduce al público en el singular y desconocido mundo de la Megafauna que habitó el centro oeste santafesino.
Así, consta de diferentes espacios con características disímiles, pero todos vinculados entre ellos. La sala inicial invita a viajar en el tiempo, a millones de años, y recorrer la evolución del planeta tierra, con sus Eras, Períodos y Épocas, identificadas con sus respectivos habitantes y la evolución de las especies.
La continuidad de la visita introduce al fantástico y desconocido mundo de la Megafauna. De una apasionante explicación e interactivo camino, expone restos fósiles del gliptodonte hallado en la ciudad de Sastre, imágenes de su descubrimiento y extracción, y hasta la réplica del extinto mamífero acorazado emparentado con los armados.
El tercero de los pasos, con su sala particular, se aboca pura y exclusivamente al género audiovisual con una minuciosa explicación de la Megafauna y las especies extintas que lo habitaron hace miles de años.
El bonus de la muestra comprende una habitación particular, adaptada de forma lúdica para los más pequeños. En la misma, una serie de juegos y actividades artísticas vinculadas con la exposición amplía el atractivo abanico para los niños.
Corría el año 1998 cuando en la cabecera del departamento San Martín se iniciaban los trabajos para conectar a todos los hogares de la ciudad a la red cloacal. Y en una de las excavaciones, a cuatro metros de profundidad, obreros que se encontraban realizando las tareas se toparon con lo que, a priori, muchos indicaron que se trataba de un huevo de dinosaurio. La errónea información causó un fuerte impacto al punto que medios nacionales se hicieron presentes en Sastre para dar a conocer el hallazgo.
Sin embargo, guiada por personal idóneo de La Plata, quien ocupaba la dirección del Museo Doctor Rodolfo Doval Fermi convocó a un equipo integrado por el Municipio y Bomberos Voluntarios que, tras poner a disposición la maquinaria que estaba a su alcance, lograron extraer el fósil. Y fue en ese momento cuando se terminó de confirmar que, en realidad, se trataba del fósil de un gliptodonte. Hoy, los restos del mismo, permanecen en la institución de Sastre.