Ignacio Pellizzón | [email protected]
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En el marco de la segunda ola de Covid, la cantidad de pacientes menores de 50 años que están siendo internados en camas críticas en los hospitales y sanatorios privados de Rosario viene en aumento y preocupa a las autoridades sanitarias.
Desde hace meses que se está alertando que los más jóvenes son los que menos se cuidan. Fiestas clandestinas, reuniones ilegales, poco uso del barbijo y falta de respeto al protocolo sanitario, son algunas de las críticas que se les vienen realizando.
Estos escasos cuidados se empiezan a notar en la cantidad de camas críticas ocupadas, sobre todo, en la Salud privada de la ciudad, en comparación con el año pasado”, afirmó a El Litoral el presidente de la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Rosario, Roberto Villavicencio.
Según su criterio, además de la falta de cuidados, se debe a dos puntos clave: por un lado, “hay un gran porcentaje de personas mayores de 70 que ya fueron vacunadas” y, por el otro, en la primera ola, el Covid se encontró con “un número alto de personas en situación de vulnerabilidad”, con lo cual se advierte una cierta lógica en el índice.
Pero, más allá de los ítems que destaca, Villavicencio advierte que ha una “gran preocupación” en el sector médico frente a la falta de cuidados, porque si bien los jóvenes pueden tener mayores reservas físicas, después puede surgir el post Covid con consecuencias importantes para la vida cotidiana.
Además, el principal temor pasa por desconocer si el sistema sanitario público como privado “podrá resistir frente a una mayor demanda de internación” –como está pasando- en el caso de que los contagios en este grupo específico continúen, puntualizó Villavicencio.
En base a los últimos datos del Ministerio de Salud de la provincia, las camas críticas en los hospitales rosarinos ya están ocupadas en un 85%. En el sector privado, según el relevamiento de la Asociación de Clínicas y Sanatorios, el nivel de ocupación de las terapias de adultos alcanza al 76%.
El municipio, por su parte, mediante la secretaría de Salud informó que, al finalizar la primera semana de abril, la ocupación de las camas críticas de adultos, promediando el sector privado con el público, se encontraba en el 60%. Un número similar a la media del país considerada en el 58%. La semana pasada, el porcentaje de camas ocupadas en las terapias intensivas alcanzó al 72%, según las cifras oficiales.
Hace un mes, el Ministerio de Salud provincial decidió suspender las cirugías programadas en todos los hospitales públicos. La medida buscaba, justamente, descomprimir la demanda de internación en unidades de cuidados críticos.
Según el plan de contingencia acordado con las autoridades sanitarias nacionales, los directores de los hospitales comenzaron a trasladar al personal de quirófanos hacia las unidades de terapia, para reforzar la dotación.
Si sigue creciendo la cantidad de pacientes, el siguiente paso será transformar las áreas de quirófano en lugares de internación; una alternativa a la que se echó mano en el pico de la pandemia sólo en Venado Tuerto y en el Hospital Iturraspe de la ciudad de Santa Fe, según indicó un medio local.
La situación es compleja. “Recién empezamos a transitar la segunda ola y el sistema de salud está complicado”, aseguró el director del tercer nivel del Ministerio de Salud de la provincia y vuelvió a reclamar a la población que respete las recomendaciones para evitar transmitir el virus.
“Si la gente no toma conciencia y seguimos con niveles tan altos de contagios, vamos a colapsar, como sucedió en Europa o en países vecinos como Brasil o Chile. En este segundo brote, la gente está muy relajada, no hace caso a las restricciones, no se está dimensionando la gravedad del problema, porque si el sistema colapsa no va a haber camas para nadie”, cerró.