La mayor demostración de amor, en cualquier ámbito de la vida, es cuando no importan las consecuencias para uno mismo por hacer el bien a esa persona amada.
El 8 de Marzo de 2013 se concretó la intervención quirúrgica de trasplante renal en el Sanatorio Parque de Rosario. Sabrina Villalba, entonces de 26 años, donaba uno de sus órganos para ayudar a vivir a su mamá Marta. Hoy ambas saben que esa heroica decisión fue fundamental para toda la familia.
La mayor demostración de amor, en cualquier ámbito de la vida, es cuando no importan las consecuencias para uno mismo por hacer el bien a esa persona amada.
Marta, vecina de Coronda, en el departamento San Jerónimo, tenía ya de arrastre un problema crónico renal que le exigía un trasplante para seguir viviendo, nada más y nada menos. Pero claro, no cualquiera puede llevar adelante esta acción, porque la compatibilidad es fundamental.
Sabrina, una de sus hijas, no lo dudó. Se ofreció para regalarle el riñón a mamá, y dejó públicamente expresado que “cómo no le voy a donar un pedacito de mí a mi vieja, si ella me regaló la vida entera”.
Fue entonces que como si todo estuviera preparado en el cosmos, el Día Internacional de la Mujer de 2013, a Sabrina le extirparon de su espalda uno de sus riñones nada más y nada menos para que su madre pudiera seguir viva. La donante tenía entonces 26 años y su progenitora, 65.
La intervención quirúrgica de altísima complejidad se concretó en el Sanatorio Parque de la ciudad de Rosario, con todo éxito para ambas y para felicidad de la familia Villalba.
A diez años de ese verdadero acto de amor filial, en la semana de la donación de órganos, Sabrina recreó con El Litoral aquella experiencia.
-¿Qué significa para vos la semana del donante de órganos?
-La semana del donante para mí es dar "Vida", porque gracias a una donación se salvan muchas.
-¿Qué problema tenía tu mamá y fue muy complicado el trámite para que seas la donante?
-Mi mamá perdió ambos riñones debido a la presión arterial alta, estuvo 5 años en diálisis y 3 en lista de espera de algún donante, primero esperan un donante cadavérico, y en última instancia me comentaron lo del donante vivo, ahí fue donde me interioricé en el tema, consulté e investigué, no fue complicado sino que había que hacerse una serie de estudios de compatibilidad, porque aunque seas de su misma sangre puede no ser compatible o que el cuerpo lo rechace.
-¿Qué te decían tus otros familiares cuando tomaste esa decisión?
-Mi mamá no quiso desde un principio ya que yo tenía un bebé de 4 años, y tenía miedo, mi papá orgulloso siempre de mí, su única hija mujer y mis hermanos todos asombrados, porque el hombre es más miedoso… vamos a lo que es (risas) pero todos muy orgullosos.
-¿En algún momento corrió riesgo tu vida o la de tu mamá durante o después de la operación?
-Gracias a Dios nunca corrimos riesgo, es más, yo quedé embarazada a los 6 meses de haber donado el riñón, sí me tuve que cuidar mucho pero todo salió muy bien. Y mi mamá estuvo 15 días en la clínica hasta que fue dada de alta, o sea nada, yo a los 3 días me fui.
-¿Te dejó alguna secuela tener un solo riñón? ¿Necesitás cuidados y dieta especiales?
-No, para nada, estoy más que bien, cuidados, los normales que cualquier persona debe de tener, alimentación saludable, ejercicios, etc. Todo bien… Me estaría faltando la dieta (más risas).
-¿Cómo está de salud hoy tu mami?
-Súper bien está ella, ha tenido algunos problemas pero nada que tenga que ver con el riñón. Ella sí se cuida un poco más en las comidas, toma también medicación para proteger ese riñón.
-¿Qué es lo más gratificante que recibiste de la sociedad corondina luego de que se conoció lo que hiciste?
-Lo más gratificante fue ser reconocida por el Periódico Corondino, como personalidad Destacada de ese año… es importante que la gente sepa reconocer cosas así. Muchas personas conocieron nuestra historia a través de eso y me felicitaron por tal acto de amor.
En 2016 Sabrina Villalba se presentó en uno de los tantos concursos para ingreso al Servicio Penitenciario. Ya en ese momento tenía un solo riñón, lo cual no le impedía hacer vida normal.
Completó todo el extenso examen: de conocimientos, psicológico, físico y médico, sobre todo estos dos. Sin embargo, en un momento determinado le negaron el ingreso por tener uno solo de esos órganos y considerarlo como elemento de no aptitud física para ser guardiacárcel.
Esta decisión la obligó a realizar dos años de trámites para intentar revertirlo. Cosa que logró en 2018 cuando hasta le había escrito una carta el entonces presidente de la Nación, Mauricio Macri explicándole todo lo ocurrido desde el trasplante en adelante. A las pocas semanas el primer mandatario se comunicó con ella, y pronto ya estaba trabajando, cosa que hace ya 5 años que cumple con total normalidad porque cumplió con todos los requisitos y ese riñón en soledad le puso suspenso al sacrificio que había hecho para aprobar legítimamente y sin ninguna ayuda extra, todos los pasos.