Rodrigo Pretto | [email protected]
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Trebolense encontró una particular y emotiva manera de homenajear a Darío Pietrani, gloria de la institución que defendió el arco durante las décadas de los 80´, 90´ y parte del 2000 y lamentablemente falleció a mediados de mayo luego de complicaciones en su estado de salud tras contraer Covid. El club decidió demarcar la cancha de fútbol con líneas negras y, lo que en su momento se hizo para disputar una serie de amistosos, se mantiene hasta la actualidad para los juegos oficiales del torneo local. “La pandemia nos pegó a todos, de cerca o de lejos. Y a la familia de la institución la muerte del “Patito” nos destrozó. Por eso era necesario recordarlo y tenerlo presente”, contó en diálogo con este medio César Arese, canchero de la entidad Celeste.
Pietrani no sólo fue por más de dos décadas el dueño del arco de la primera división de Trebolense. Fue también uno de los jugadores con más partidos en la historia del club y tuvo el privilegio de colgarse la medalla de campeón en 1988. Pero la maldita pandemia se lo llevó a los 52 años de edad. El golpe para el mundo del fútbol fue muy duro. Y no únicamente para los simpatizantes de la camiseta que por tantos años defendió, sino para toda una región que lo recuerda como “un gran tipo”.
Así, y sin tiempo que perder, el club quiso tenerlo presente y homenajearlo. Y la demarcación de la campo de juego que tantas veces pisó fue uno de los homenajes que pensaron los directivos. Para eso, hubo un par de consideraciones que se analizaron y terminaron concluyendo en las líneas de color negras. Una de ellas, y la fundamental, fue la parte humana. “La pandemia nos pagó a todos, más de cerca o más de lejos. Nos tocó con mucha gente y a nosotros, la familia de Trebolene, con el “Patito” Pietrani. Es algo que nos destrozó”, contó Arese quien agregó: “A eso se le suma la trágica muerte de “Chamaquito” Taborda”. Este último, joven arquero de El Expreso – clásico rival de Trebolense – perdió la vida como consecuencia de un accidente vial a fines de julio y fue otro fuerte cachetazo para el universo futbolístico del departamento San Martín.
Pero de acuerdo a lo que explicó el encargado del mantenimiento de los campos de deporte de la institución de la ciudad de El Trébol, se debió estudiar un factor biológico para poder llevar a cabo el sentido homenaje. “La cobertura que tenemos de base en la zona es gramilla, y en el mes de marzo o abril entra en un estado de latencia. Por eso se suelen ver las canchas de color amarillentas. Con lo cual el color negro se puede divisar correctamente”.
Al momento de realizar la demarcación de la cancha, el torneo Apertura de la Liga San Martín se encontraba en pleno parate por la segunda ola de contagios que afectaba al país. Por eso, con el regreso de a poco a los entrenamientos y la habilitación para amistosos, desde la institución Celestes decidieron aplicar la demarcación de color oscuro para los juegos de preparación.
Sin embargo, los directivos decidieron mantener las líneas negras durante la competencia oficial. Y hoy, con el torneo reiniciado, el campo de juego luce diferente al resto de las canchas. “Nos asesoramos con los árbitros. El reglamento dice que la demarcación debe ser visible, nunca especifica el color. Sé que se discutió mucho el tema en la Liga”, contó Arese.
Desde el club indicaron que hubo diálogos con los encargados de dirigir los amistosos y con Edison Sada, juez del partido en el cual Trebolense fue local por primera vez en la competencia oficial post parate. “Me dijeron que es distinto, pero las líneas se ven perfectamente. No mostraron ninguna queja”.
De acuerdo a lo que adelantó el canchero del club, la intención es mantener a lo largo de todo el año el campo marcado con las líneas negras. Sin embargo, por razones económicas, están evaluando la continuidad del homenaje. “Esta pintura oscura cuesta el doble que la tradicional blanca. Usamos látex para realizar el marcado y el precio es bastante alto”, indicó.
La institución hizo un tremendo homenaje donde iluminó con una halo de luz y durante toda la noche uno de los arcos. En el medio, una bandera del club que colgaba de forma vertical. El canchero del Celete recordó que habían hecho, previamente, un trabajo de mejorado en los arcos. “Lamentablemente tuvimos que colocar las redes por primera vez para el presente. Fue tremendo. Ese día estábamos todos devastados”.
César Arese comenzó en el año 2012 a trabajar en el Club Trebolense. Luego de poco tiempo, surgió la posibilidad de hacerse cargo de los campos deportivos. Un referente en toda la región, el “Chelo” es consulta constante de todas las instituciones del departamento San Martín en materia de césped.