A cinco años de haberse aprobado en el Concejo de Rosario una ordenanza que obligaba a la Municipalidad a reordenar las paradas de taxis en la Terminal de Colectivos “Mariano Moreno”, tras incesantes denuncias de conductores y conductoras, aún sigue sin aplicarse.
El tema vuelve a ascender en la agenda política porque las denuncias de víctimas por “aprietes” y “amenazas” en las paradas por calle Santa Fe y por Cafferatta, continúan. Esto fue expuesto públicamente por la concejala de Iniciativa Popular (IP), Fernanda Gigliani, quien reveló que taxistas le acercaron nuevas denuncias por hechos violentos.
En el 2018, tanto Gigliani como la actual presidenta del Concejo, María Eugenia Schmuck, habían realizado presentaciones penales, aprobaron material probatorio e, inclusive, acompañaron a taxistas a denunciar.
“Las trompadas, las amenazas, que haya dueños de paradas que públicamente estén diciendo que tienen prioridad frente a otros trabajadores taxistas para levantar pasajeros, es ilegal, es irregular y va en contra de las normas vigentes de la ciudad, que dice que las paradas de taxis son libres y públicas”, habían denunciado en su momento las edilas.
Esto derivó en la elaboración de una iniciativa para resolver definitivamente el conflicto. Así, se aprobó una ordenanza que establece más cámaras de seguridad, más presencia de áreas de control y reformular las paradas de taxis.
Cinco años después de haberse aprobado este proyecto, según confirmó a El Litoral la concejala Gigliani volvió a la carga para señalar que todavía “no se cumplió el decreto Nº 55.156/18”, que es el que establece las nuevas reglas de juego en la zona de la Terminal de Colectivos.
“Hace dos años el Ente de la Movilidad estaba elaborando un proyecto que no se concretó y hace dos semanas me acercaron nuevas denuncias. Queremos evitar que la situación se desmadre”, alertó la edila, y exigió: “Es necesario que la intendencia elabore un proyecto para resolver esto de forma definitiva”.
Génesis de un conflicto
El tema se visibilizó en 2018 cuando se viralizó un video en el que se exhibía una situación violenta por parte de algunos taxistas que impedían de muy malas maneras que cualquiera pueda trabajar allí.
La polémica se disparó cuando Roberto Sánchez, síndico de la cooperativa que agrupa a los choferes que trabajan allí en forma estable, negó que ese grupo tenga manejos mafiosos, y afirmó que "se permite trabajar en la zona", y que se someten "a controles mediante cámaras e inspectores".
En ese momento, tanto Schmuck como Gigliani recogieron el guante y se metieron de lleno en la problemática. Esto les valió recibir varias amenazas por parte de diversos referentes de taxistas de la zona al punto que, carta documento mediante, la Cooperativa de Taxis de la Terminal de Ómnibus Mariano Moreno le impuso ayer a la actual presidenta del Concejo un plazo de 48 horas para que ratifique o rectifique sus dichos sobre una supuesta mafia que opera en las paradas de Santa Fe y Cafferata.
“No sólo no nos retractamos y vamos a ratificar la denuncia, sino que la carta documento que recibimos no hace más que confirmar lo que veníamos denunciando que es que hay un grupo de taxistas que se cree propietario de la parada”, había respondido la concejala.
“Lo que hacen va en contra de la ley, de la ordenanza Nº 2.649, que dice que todas las paradas de taxis son libres, pero ellos no contentos con eso, amenazan, golpean a todos aquellos que quieren desafiarlos y buscar un viaje en la Terminal”, justificó indignada.
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