La zona de los Bajos Submeridionales fue severamente afectada en los tres años de sequía que atravesó el territorio santafesino. Esta área, parte del norte de nuestra provincia, también ha atravesado inundaciones. Es de las menos favorecidas porque además el agua del suelo está salinizada. En este contexto, es necesario encontrar alternativas para que el líquido vital sea utilizada de manera adecuada.
La organización no gubernamental The Nature Conservancy comenzó a trabajar desde hace tres años en la región chaqueña argentina y dos meses en la zona de los bajos. El ingeniero agrónomo Gustavo Marino (egresado de la UNL) líder de paisajes funcionales de la ONG habló en la localidad de Fortín Charrúa sobre el trabajo de su institución para mejorar las condiciones socio-ambientales de la zona.
Marino subrayó que el pastizal de los Bajos Submeridionales, que comprenden el sector occidental del departamento Vera y el oriental de 9 de Julio, es el más grande del Gran Chaco argentino.
Mirá tambiénVinculan el aumento de las inundaciones en la llanura argentina con los cambios en el uso de la tierraConsultado por la tarea de la entidad de origen estadounidense que opera en más de 70 países, comentó: “Hay una cantidad de herramientas y esquemas para manejar el agua de forma tal que el agua deje de ser un flagelo por su exceso o por su déficit y empiece a ser un elemento de la naturaleza con el cual podemos coexistir y muy bien”. Desde la organización especializada en el medioambiente planean la cosecha del líquido vital para mejorar la oferta de forraje en campos de cría de la zona. “Acá ya hay un uso muy interesante de la cosecha de agua de lluvia para el consumo humano. Con esa cosecha practicada en el pastizal, haciendo lo que se llaman bordos de retención hídrica, se puede empezar a manejar, hacer más eficiente el uso del agua por las plantas”, afirmó Marino. Así, se podrían desarrollar especies vegetales palatables (para vacas y chivos) y más oferta de forraje. “A la larga puede mejorar la productividad en carne de los sistemas ganaderos de la zona”, agregó.
Mencionado anteriormente, uno de los problemas de la región es la salinidad del agua a nivel edafológico. “El agua está históricamente con un problema por exceso o por déficit -afirmó Gustavo Marino-. En todo el Gran Chaco hay problemas de salinidad y presencia de arsénico”. En Fortín Charrúa, llueven 1.000 milímetros. Una cifra alta, según el experto. “Es estacional, en los meses de verano principalmente, pero es una cantidad muy grande de agua con la cual se pueden hacer muchas cosas”, expresó.
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amplia de selección y clasificación de residuosEn relación a la tarea específica de su fundación, el ingeniero aseguró: “Lo que hacemos es acercar propuestas, proponer soluciones basadas en la ciencia que sean duraderas, autosostenibles. Tenemos un equipo de trabajo formado. Empezamos a entender sistémicamente el problema del agua en toda la región chaqueña con un documento que llamamos portafolio Chaco más agua, que es una herramienta de gestión”. En Fortín Charrúa se trabaja entre The Nature Conservancy, la ONG Fundapaz, la UOCB (Unión de Familias Organizadas de Pequeños Productores de la Cuña Boscosa y los Bajos Submeridionales de Santa Fe) y el INTA Reconquista.
Gustavo Marino afirmó también que el financiamiento es con donantes privados. “También hay fondos públicos con agencias de cooperación como la UFZ (Umweltforschungszentrum - centro para la investigación del medioambiente) de Alemania que está financiando parte de este trabajo”. Inicialmente es por un año, pero se prevé que se extienda varios años más.
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