Todos los 10 de enero son especiales para los habitantes de la ciudad de San Justo, aunque éste tuvo su particularidad. Se cumplieron 50 años del tornado más violento de toda Sudamérica.
“Ruido ensordecedor, calor sofocante, furia, lágrimas, tristeza, terror. Reconstrucción, empatía, ayuda, unión, resiliencia”. Esas fueron las palabras, sensaciones que escribieron los sobrevivientes y familiares para homenajear y recordar en estos 50 años.
Todos los 10 de enero son especiales para los habitantes de la ciudad de San Justo, aunque éste tuvo su particularidad. Se cumplieron 50 años del tornado más violento de toda Sudamérica.
Las imágenes de aquella época, recuerdos vivos del relato de los sobrevivientes, rescatistas y personal de la salud, entre tantos, se multiplicaron esta vez en cada rincón del país.
Fue especial y emotivo, una jornada que se inició por la mañana en el área parque del cementerio municipal con la presentación de una intervención, oración y colocación de una ofrenda floral y siguió minutos más tarde en el museo local Rosa G. de Piva con la muestra permanente por los 50 años de la mayor tragedia de la ciudad denominada: “ Y San Justo resurgió”
Ya en horas de la tarde noche, fue en el momento donde se desarrolló el acto central a los pies del monumento Un Alto por la Identidad y la Memoria, en tanto que el día miércoles tuvo lugar la presentación del Libro “Viento Asesino, 50 años de un cruel crimen de la naturaleza, del autor Diego Lisandro Sonzogni, en la Casa de la Cultura.
“Ruido ensordecedor, calor sofocante, furia, lágrimas, tristeza, terror. Reconstrucción, empatía, ayuda, unión, resiliencia”. Esas fueron las palabras, sensaciones que escribieron los sobrevivientes y familiares para homenajear y recordar en estos 50 años.
Siempre estará grabado en la memoria ese 10 de enero. Las víctimas, los que la pasaron, los que ayudaron desinteresadamente, los que todavía, al acercarse una tormenta, viven una experiencia terrorífica. Todo eso obliga permanentemente a no olvidar. A seguir adelante. A reconocer y destacar a la sociedad de San Justo.
Los homenajes y recordatorios fueron para asegurar que lo que pasó no quede atrás y también para garantizar que hacia adelante, el futuro, depara situaciones positivas para afrontarlas con unión, esfuerzo y empatía.
Desde el Gobierno de la Ciudad de San Justo, a través del intendente Nicolás Cuesta y del senador Rodrigo Borla se agradecieron a todos y cada uno de los que hicieron posible estos homenajes. “A Liliana Sacco, la comisión del Museo, Cultura, familiares y todos los que participaron. Un alto por la identidad y la memoria”.