Miércoles 22.3.2023
/Última actualización 11:13
Desde que en enero la línea Q de colectivos en Rosario dejó de funcionar por el mal funcionamiento de las baterías por la ola de calor, esa ruta no fue reemplazada en su totalidad y los alumnos y alumnas de La Siberia (Ciudad Universitaria) exigen su reincorporación ante el bache de conectividad que viene atravesando en pleno inicio de clases.
La falta de esta línea, que llegaba de forma directa a este espacio universitario, sigue sin resolverse, pese a las nuevas unidades de colectivos que se fueron sumando en la ciudad y a la llegada de la tarjeta SUBE.
Según contó a El Litoral uno de los referentes de la Federación Universitaria de Rosario (FUR), Enzo Balbuena, el reclamo se viene realizando desde “hace bastante tiempo” y sienten la necesidad de que sean “escuchados”.
“Más allá de las explicaciones de por qué se lo dejó fuera de servicio, muchos estudiantes se quedaron sin conectividad para poder llegar a La Siberia y tantos otros tienen que caminar demasiadas cuadras para acercarse, sobre todo en un momento de extrema violencia como el que vive la ciudad”, añadió.
Lo que sucedió con la línea Q fue que las baterías con las que se movilizaban de manera autónoma no soportaban las altas temperaturas que tuvo la ciudad durante todo el verano, lo que provocaba un recalentamiento de las mismas que generaba que se apagaran de forma automática.
Hay que recordar que los colectivos de la línea Q son híbridos. Esto quiere decir que utilizan energía eléctrica como los trolebuses (ejemplo línea K), pero también poseen autonomía para realizar recorridos sin cableados eléctricos, logrando llevar el servicio a otras zonas de Rosario.
Ante esta situación, el municipio salió a comunicar en enero que quitaban las unidades de las calles y que las rutas se reemplazarían por otros dos servicios con similar recorrido. Sin embargo, este cambió no conformó a todos los sectores.
Balbuena señaló que ahora la situación de la movilidad es más compleja porque “hay varias instituciones que iniciaron las clases ya como, por ejemplo, facultades como Ingeniería y Arquitectura” y agregó: “Es un problema muy urgente y es necesario que se solucione lo antes posible. Creemos que es sencillo de resolver”.
Y cerró: “Notamos que esta línea necesita ser reemplazada o que retorne la línea Q o su ruta, porque es tan importante y lo mismo con la línea K. Es un reclamo que venimos motorizando para que se pueda resolver lo antes posible”.
Solución “provisoria” que se extiende
El presidente del Ente de la Movilidad de Rosario, Rogelio Biazzi, salió públicamente en enero a explicar la delicada situación que atravesaba esta línea que, se puso en marcha en 2017, y que aún se encuentra fuera de servicio.
“Estos coches fueron comprados en 2017 a la empresa Trolza que está quebrada. Tienen unas baterías que, con el calor que está haciendo en estas semanas, se recalientan y se apagan. Por esto es que preferimos ser más previsibles y reforzar las otras unidades”, indicó.
De acuerdo al funcionario, este problema no es nuevo y años anteriores las baterías ya se venían recalentando. “Pero llegó un momento en el que el nivel de fallas era tan brutal que decidimos tomar esta medida para darle más previsibilidad al usuario”, admitió.
“Son coches que no fueron probados en Rosario antes de ponerlos a funcionar aquí. Evidentemente están fabricados para trabajar en otras temperaturas y no en las que tenemos en Rosario”, golpeó Biazzi.
“La administración anterior no pudo, o en las especificaciones de fábrica que el pliego tenía se suponía que podían funcionar. Pero la realidad es que estas temperaturas que estamos teniendo hacen que las baterías muy pronto empiecen a recalentarse y dejan de funcionar”.
Biazzi, a su vez, remarcó que en el pliego licitatorio no se tuvo en cuenta la posibilidad de que la fábrica cierre sus puertas. “Es una licitación hecha por la gestión anterior que tiene otro formato y que los reclamos que se pueden hacer son más difíciles de concretar porque la empresa ya no existe”, deslizó.
“Cada licitación es distinta, nosotros las hacemos de otra manera. Las nuestras tienen las garantías necesarias para que, en el caso de que la empresa concesionaria falle, se activen los mecanismos para poder cubrirlos”, añadió Biazzi.
Por último, el funcionario municipal insistió en que la salida de la línea Q “es provisoria”. “Los trolebuses pueden funcionar con estas baterías en otro espectro térmico de temperatura”, concluyó.