Ignacio Pellizzón | [email protected]
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El sistema de Transporte de Rosario sigue generando dudas y críticas sobre su funcionamiento. Tanto vecinas como vecinos siguen insistiendo en la falta de frecuencia y la acumulación de personas en los coches en los horarios picos. Además, se suma la incertidumbre sobre cómo será su funcionamiento cando la segunda ola de Covid se asiente por completo.
La última vez que se reunió la Comisión de seguimiento del Transporte con el Ejecutivo en el Concejo fue el 2 de marzo. De aquella fecha al día de hoy pasó no solamente más de un mes, sino que la segunda ola de Covid llegó a la ciudad de Rosario con un salto de 150 a casi 500 casos en un día.
Con un futuro incierto sobre sí correrán restricciones o no por el aumento de contagios de coronavirus, se agrega la duda sobre cómo funcionará el Transporte. Hasta el momento desde el Palacio de los Leones no dieron ningún indicio de modificarlo, aunque no se descarta alguna medida.
De hecho, ya surgen voces de especialistas de la UNR como de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que señalan que la mejor forma de prevenir contagios es manteniendo una gran ventilación, porque es una enfermedad de transmisión aérea.
Es por eso que ya salieron diversos sectores a proponer que las unidades durante el invierno mantengan todas sus ventanillas abiertas de par en par, de modo de que no se genere en ningún momento un clima de hermetismo y encierro que pueda provocar un foco de contagio. Inclusive, algunos sugieren la posibilidad de "quitar" directamente las ventanas.
Se trata de un mensaje que también vienen bajando desde el sector gastronómico de la ciudad, anunciando que este verano las personas van a tener que acostumbrarse a "comer más abrigados que de costumbre", porque los negocios mantendrán una alta ventilación, aunque haya temperatura con pocos grados.
No solo hay dudas sobre qué pasará con el colectivo en Rosario, sino que también persisten las quejas de los usuarios. Desde que se comenzó a funcionar el nuevo sistema, aprobado por el Concejo en enero en el marco de la Emergencia por la pandemia, los vecinos y vecinas de la ciudad siguen sin adaptarse.
"Continuamos recibiendo quejas de los usuarios", señaló a El Litoral la concejala del Juntos por el Cambio, Germana Figueroa Casas, quien además integra la Comisión de seguimiento del Transporte.
"Luego de receptar los primeros pedidos en cuanto a la adecuación de los recorridos, no se avanzó en nada. Si bien con el comienzo de las clases el compromiso municipal fue aumentar las frecuencias, se siguen viendo colectivos repletos con el agravante de la falta de circulación de aire. Inclusive, en algunas unidades las ventanas que se pueden abrir son muy pequeñas", expresó.
También hizo hincapié en que el servicio durante la nocturnidad "es muy precario y con una escaza frecuencia". Esto provoca que las personas "eviten" tomarse el colectivo, "no solamente los días de semana sino también los fines de semana", agregó la edila.
Tras las advertencias de los ciudadanos y de sectores de la oposición, el municipio intervino sobre tres puntos para aggiornar el servicio del transporte. Se tratan de medidas que se venían rumoreando pero que no terminaban de concretarse. El boom de casos de Covid lo terminó de definir.
Por un lado, hay tres líneas -la 123, la 106 y la 141- que sumarán mamparas divisorias entre el chofer y los pasajeros. "Hay más de 40 unidades que ya la tienen y progresivamente van a ir incorporándose al resto de las unidades que no las tienen", indicó el coordinador general de la Secretaría de la Movilidad municipal, Ezequiel Escobar.
En rigor, las mamparas cubrirán el espacio acotado que corresponde al del conductor, por lo cual se liberarán las puertas delanteras de los colectivos que desde hacía unos meses estaban bloqueadas.
También se incorporará un dispositivo que mantenga las ventanillas abiertas. "Enviamos una orden de servicio a las empresas para que implementen un mecanismo en las unidades de manera que impidan el cierre de las ventanas. Sería una traba para que los pasajeros no puedan cerrarlas", agregó el funcionario.
Y, finalmente, se reforzarán puntos de higiene en algunas paradas como la plaza Sarmiento o la Terminal. Así se sumará un sector intermedio a los otros puntos de higiene que son el inicio y el fin de los recorridos de cada unidad.