Ignacio Pellizzón | region@ellitoral.com
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El turismo es uno de los sectores que más sufrió la irrupción de la pandemia, pero, dentro del rubro, el estudiantil fue el que tuvo un freno más prolongado. Por eso, ahora que se reactivaron los viajes, la demanda roza niveles previos a la llegada del Covid-19, aunque con aumentos de un 30%.
Desde que se decretó la cuarentena en todo el país el 20 de marzo de 2020, todos los viajes programados a Bariloche y otros destinos fueron cancelados. Frente a la enorme incertidumbre que reinó en el sector sobre cuándo se retomarían, finalmente este año comenzaron a descongelarse a partir de enero.
Progresivamente los paquetes contratados por los estudiantes retomaron su cauce y durante los meses de verano se intentó recuperar el tiempo perdido. Esto fue así para poder mantener en tiempo y forma los viajes contratados para este año y también para que los costos de los del año pasado siguan sosteniéndose.
Según contó a El Litoral Darío Testero, referente de una importante agencia de turismo estudiantil rosarina pero que es contratada por diversas localidades de la provincia, “actualmente hay pasajeros en Bariloche correspondiente a lo programado para este año, porque los del 2020 ya viajaron todos entre febrero y marzo”.
El titular de la empresa señaló que “el viaje se está desarrollando con normalidad” y que tienen paquetes programados “de acá a noviembre inclusive por la alta demanda que hay”. Se siente la reactivación en el sector tras haber estado frenado durante más de 14 meses consecutivos.
Testero explicó que los protocolos sanitarios en Bariloche tanto a nivel diurno como nocturno dependen de los aforos, es decir, según los predios, el tamaño, si el espacio es al aire libre o cerrado, varían los porcentajes.
“Los hoteles, por ejemplo, tienen aforos de un 20%, los boliches un 10% de capacidad, muy cuidado. También se realizan hisopados entre 48 y 72 horas antes y previo a subir al avión o colectivo. A su vez, se solicita hisopado negativo de modo de evitar cualquier contagio y que se viaje de forma segura y sana”, indicó.
Durante el viaje hay controles e hisopados al quinto día, “en caso de que haya síntomas”, detalló. Por supuesto que el barbijo, alcohol en gel y el distanciamiento “se respeta a rajatabla”.
En Bariloche la situación epidemiológica con el Covid-19 “es similar a la del resto del país”. “Está todo muy aplacado al punto de que desde agosto está todo lleno. Se reactivó desde hace varios meses y el nivel de ocupación es muy alto”, describió el referente de la operadora turística.
Con relación a los precios de los viajes a Bariloche, Testero dijo que “un paquete hoy tiene un costo muy variado según como se lo arme y según qué año, pero por ejemplo los que viajaron este año lo pagaron entre 80 y 100 mil pesos. Si viajan en bus son once días y ocho noches, y si van en avión son nueve días y ocho noches”.
En el último año, “el aumento de los viajes tuvo un aumento promedio de un 30%. Es decir, no se supera la inflación, siempre se busca que sea menor”, admitió Testero.
“En nuestro caso, como pyme, que nos costó mucho en pandemia, hemos generado empleo, tomamos personal ahora porque se reactivó la senda de querer viajar. Es un esfuerzo enorme de todos por parte de los que tiene que pagar como también para nosotros en este contexto”, concluyó.