Ignacio Pellizzón | region@ellitoral.com
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La Provincia de Santa Fe, a través de una inversión público-privada, comenzó a desarrollar hace más de cinco años un proyecto muy ambicioso para reconvertir el predio del Ex Batallón 121, ubicado en la zona sur de Rosario, en pos de generar un polo tecnológico digno de los países más desarrollados del mundo.
El proyecto, que se inició bajo gestión socialista, sigue en pie aun en el gobierno del peronista Omar Perotti. Los fondos para la remodelación provienen de una co-inversión pública privada, en la que se enmarcan también las obras de las tres naves que corresponden al nuevo Polo Tecnológico que ocupa cinco de las 30 hectáreas totales.
El presidente del Polo, Ignacio Sanseovich contabilizó a El Litoral lo que todavía falta por hacer. “En el total faltan espacios como la parte edilicia respecto al mobiliario, también lo relativo a Educación –que está el proyecto, pero aún no está intervenido-, resta la nave tres –por la que se está gestionando recursos a Nación-, faltan los dos galpones paralelos al espacio Maker”.
Teniendo en cuenta la pandemia del coronavirus paralizó prácticamente al mundo entero por casi dos años consecutivos, los trabajos en el Polo continúan. “Sabemos que hay un largo camino por recorrer todavía, con lo cual estimamos que faltará todavía un 50%” respecto del master plan, indicó, pero “estamos avanzando de a poco”.
Sanseovich expresó, de todos modos, que “el balance es positivo”, teniendo en cuenta el primer año de gestión de esta nueva comisión directiva. “Hemos incrementado la cantidad de socios; en cuanto a los niveles de facturación planificados, logramos estar por encima y esto demuestra que hay interés y movimiento”.
La denominada “Zona i”, que impulsa dinámicas de innovación colaborativas para la producción de tecnologías, actividades científicas y educativas, y la generación de empleo joven de calidad, está compuesta por tres naves de las cuales la primera ya se encuentra en pleno funcionamiento con 17 empresas tecnológicas trabajando, mientras que la segunda también está lista y funcionando con empresas operando. Solamente resta la última nave, por la cual se están gestionando unos 10 millones de dólares para poder avanzar.
Cada una de las naves recuperadas tiene 5.200 metros cuadrados y son decenas de copañías las que ya están trabajando en las dos primeras estructuras.
Se tratan de cinco hectáreas que asocian empresas de base tecnológica, emprendedores e instituciones del conocimiento abriendo posibilidades para la mejora de la competitividad regional, la inclusión social y la creación de empleos de alta calidad.
Zona “i”, cuando esté totalmente culminada, dispondrá de diversos espacios físicos para la radicación de empresas, emprendedores e instituciones del conocimiento e innovación. Los mismos comprenden edificios emblemáticos de valor patrimonial, tres Naves recicladas y puestas en valor de, aproximadamente, 4.800 metros cuadrados cada una, tres edificios “contenedores tecnológicos” de entre 800 a 1.600 metros cada uno.
El predio está en pleno funcionamiento, pese a las obras que restan por hacer. De hecho, en noviembre del año pasado se desarrolló allí el primer Congreso de Impresión 3D, el cual fue organizado por la Municipalidad junto con la participación de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), la Facultad Regional Rosario de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), y el Polo Tecnológico Rosario (PTR).
El congreso convocó a diferentes referentes del sector como diseñadores, makers, empresas afines, autoridades de ciencia y tecnología, comunidad educativa secundaria, terciaria y universitaria; y público en general.
El Polo, de a poco, se va convirtiendo en un nodo tecnológico de vanguardia que impulsa dinámicas de innovación colaborativas para la producción de tecnologías, actividades científicas y educativas y la generación de empleo joven de calidad.