Jueves 24.2.2022
/Última actualización 6:52
"Cambiar las 'miradas' sobre la obesidad permite lograr un abordaje más integral de este verdadero problema de salud pública, pero es necesario un cambio conjunto por parte de las personas con obesidad, sus familiares y amigos, y también de aquellos que juzgan y estigmatizan al otro, y que a veces inclusive son quienes tienen a su cargo la atención y la posibilidad de incidir sobre políticas públicas", afirmaron desde la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN).
En ocasiones hay una mirada que subestima el problema: una investigación arrojó que 6 de cada 10 personas con obesidad se consideran solo con "algo de sobrepeso", aun cuando no es un aspecto subjetivo, sino que esta enfermedad se define por el cálculo del índice de masa corporal, a partir del peso y la altura de cada uno.
En menores de 18, las cifras no son mucho más adelantadoras: 41.1% es la cifra de exceso de peso para los niños entre 5 y 18 años y 10% en los menores de 5. Además, en los últimos 20 años, la prevalencia global de obesidad en niños y adolescentes se duplicó pasando de 1 en 10 a 1 en 5 años. Más de 124 millones tienen obesidad en el mundo.
La pandemia puso en evidencia el riesgo que tener obesidad representa para la salud, porque hoy sabemos que es uno de los principales factores de riesgo de desarrollar cuadros graves de Covid-19. Pero la Argentina fue uno de los que más subió de peso en este último año y medio. "Es definitivamente un problema de salud pública en alza, tanto en nuestro país como en el mundo. Por eso, tenemos el compromiso de contribuir a adoptar una mirada amplia para abordarla exitosamente", sostuvo la Dra. Miriam Tonietti, presidente de la SAN.
La propuesta de cambiar miradas sobre la obesidad y el sobrepeso refiere a, por ejemplo, la propia mirada de la persona con obesidad. En este sentido, es un error considerar a la obesidad como un tema meramente estético, que afecta la autoestima y que nada puede hacerse al respecto más que aceptarse. Quererse a sí mismo representa también hacerse responsable de la propia salud, cuidándola y reconociendo que la obesidad es una enfermedad crónica asociada a más de 60 condiciones que ponen en riesgo la salud actual y futura.
La obesidad incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes, trastornos en las articulaciones, en la fertilidad y aumenta las chances de desarrollar varios tipos de cáncer, entre otras consecuencias posibles.