En 2020 en Argentina, el nivel de confianza y acceso a las vacunas bajó en relación al 2019. Si bien se mantuvo dentro de parámetros altos, de un año a otro pasó de 93.7 a 86.9, es decir que disminuyó un 7,2%. La baja en la confianza se percibe en todos los grupos etarios, aunque se acentúa en la población mayor a 50 años.
En cuanto al índice de acceso su valor en 2020 fue de 39,5, un 48% menor que el año anterior. Esto se sostiene en todas las regiones del país y en los distintos niveles educativos, aunque mayormente en quienes poseen un menor nivel de estudio.
Tenés que leerEn Santa Fe, la vacuna Sputnik V produjo reacciones adversas "menores"Los datos surgen de un estudio privado llevado a cabo por La Fundación Bunge y Born, que se realiza a partir de la ponderación de las personas sobre la importancia, la seguridad y la efectividad de las vacunas. El estudio -realizado sobre 7.525 casos- abarca a todas las regiones del país, y a los distintos grupos etarios y variables socioeconómicas.
Si se tienen en cuenta las distintas variables que conforman el índice, se percibe una retracción en el valor de todas, respecto a 2019. La población entiende que son:
Seguras: 88.7%, esto es un 7.2% menos que el año anterior;
Importantes para los niños: 89.2%, un 6.2% abajo del 95,4% de 2019;
Efectivas: 88.7%, es decir, un 5% menor que 93.7% de 2019.
"El objetivo del ICAV es poder generar insumos que posibiliten mejorar el diseño de los programas y las estrategias de inmunización, para así orientar de manera más eficiente los recursos en el marco de las políticas de salud pública. Este año, respecto a 2019, y pese a la robustez de los resultados, se aprecia una baja en los índices y eso nos exige estar en alerta y redoblar esfuerzos", expresó el director Ejecutivo de la Fundación Bunge y Born, Gerardo della Paolera.
Debido a la pandemia de Covid-19, este año se incorporaron algunas preguntas para evaluar la influencia del contexto actual.
Tenés que leerEl Ministerio de Salud busca reactivar la vacunación "de calendario"En este sentido, el 35% de los encuestados indicó que la cuarentena le impidió vacunarse o vacunar al más pequeño de los menores a su cargo durante el año. En relación a la vacuna contra el virus, el 72% contestó que se la aplicaría. Entre quienes dijeron que no lo harían, el 43,1% aduce que es porque aún faltan etapas de prueba (cabe destacar que los datos se recabaron entre octubre y diciembre de 2020).
Mientra que otros encuestados dijeron que preferían esperar (21.5%), los que temían efectos secundarios (20%) o no la creían necesaria (7.6%).