La negación y los hábitos poco saludables, forman parte de la estadística que refleja la cultura Argentina. Conocer y asumir los factores de riesgo del Accidente Cerebro Vascular (ACV), como de muchas otras enfermedades, son fundamentales para prevenirlas. En el día mundial de la enfermedad, el médico neurólogo, Master en Neurociencias (Mat. 5010), Hugo Valderrama, despeja falsas creencias.
¿Si heredamos por genética familiar factores de riesgo, se puede hacer algo?
Claro que sí, no empeorarlos. Escucho frecuentemente “mi familia es hipertensa, o diabética, o con colesterol elevado.. que me voy a cuidar, es genético el problema”. Por el contrario, esa persona debe mantener hábitos de vida saludable, para no potenciar y agravar lo heredado.
Por otro lado, habría que evaluar si realmente esta heredando esa genética de la familia, o en realidad esta heredando una cultura familiar de hábitos pocos saludables, o quizás ambos.
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¿Esa cultura de hábitos poco saludables, forma parte de la Argentina?
Lamentablemente sí. Acorde a una muy incorrecta forma de alimentación, en los últimos años estamos entre el primer y segundo puesto de sobrepeso y obesidad, de América Latina. Primeros en sobrepeso infantil.
Casi la mitad de los adultos argentinos es hipertenso y la mitad de ellos lo desconoce, la principal causa de agravamiento de este factor, es exceso de sal en lo que comemos.
Uno de cada tres tiene colesterol elevado y uno de cada diez es diabético, siendo el exceso de azúcar, grasas trans y saturadas, parte de la dieta habitual.
Se le suma el sedentarismo y un incorrecto tiempo de sueño, que empeoraron aún más con la pandemia, tabaco y apnea del sueño.
¿“De algo hay que morir”, es un pensamiento que refleja también esta cultura?
Se escucha muy seguido, pero para aquellas personas que realmente lo piensan así, deben estar informadas y advertidas: el ACV es la segunda causa de muerte, pero también la primera en discapacidad. En su mayoría las personas sobreviven pero con secuelas, algunas con diferentes grados de recuperación, otras que deberán aceptar y enfrentar toda su vida.
A su vez, cuanto más graves los factores de riesgo, mayor las posibilidades de que patologías como el ACV, se presenten a edades más tempranas.
Es por ello que si bien cada persona es libre de afirmar algo así, debe primero considerar esta información, como también evaluar la repercusión que tendrán sobre aquellos seres queridos que lo rodean.
“A mi no me va pasar”, otra frase repetida ¿Cuáles son las estadísticas en la Argentina?
Una persona sufre una ACV cada 9 minutos. Se promedia unos 50.000 casos por año.
¿En qué porcentaje está ligado el ACV, a estos factores de riesgo evitables y/o tratables?
Se estima en un 80%.
¿Sí o sí llegan a producir el ACV en algún momento?
Los factores de riesgo son similares a “comprar números para sacarse la enfermedad”. No significa que indefectiblemente la persona va desarrollar la patología, pero cuantos más factores de riesgo, más chances.
A lo mismo, que un solo factor de riesgo, pero crónico y severo, es también similar a varios “números”.
¿Viviendo con hábitos saludables, igual hacen falta los chequeos médicos habituales?
Si, se deben seguir de todas maneras las recomendaciones. Por ejemplo, un adulto que hace ejercicio, se mantiene en peso, se alimenta bien, de todas maneras debe controlar su presión arterial periódicamente, porqué quizá inicia con hipertensión, por una carga genética importante, u otra causa médica. Tomando conocimiento, no solo deberá continuar con los hábitos saludables para no empeorar la situación, sino que le permitirá consultar por tratamientos.
¿Alcanza la difusión de las consecuencias negativas de estas patologías, para revertir esta cultura?
Es necesaria, pero no suficiente. Se debe también informar y formar, sobre cómo adquirir y mantener hábitos saludables, además de prevenir enfermedades, mejoran nuestras opciones, posibilidades y calidad de vida.