El Litoral
Télam
Las patologías alimentarias como bulimia y anorexia aumentaron en el último decenio en la Argentina un 350% entre los varones adolescentes, "debido al énfasis actual en la cultura de la belleza, que hace que los jóvenes se interesen extraordinariamente por sus físicos", afirman desde la Asociación de Lucha contra la Bulimia y la Anorexia.
Un informe elaborado recientemente por la Asociación de Lucha contra la Bulimia y la Anorexia (Aluba) reveló ese incremento basado en un relevamiento de más de 100.000 casos en varias provincias, únicas cifras existentes en el país sobre la temática.
"En el 2004 se registró un nivel de patologías del 2% en el total de adolescentes varones encuestados, mientras que en el último informe el índice llegó al 9%", explicó a Télam Mabel Bello, fundadora y directora médica general de Aluba.
Bello recordó que hace 30 años, cuando nació la Asociación, "las estadísticas y las consultas mostraban que del total de afectados por desórdenes alimentarios un 95% eran mujeres y el 5% restante varones, mientras que hoy hay un número proporcional muchísimo mayor".
"Hay también un cambio cultural importante que justifica eso: los jóvenes se depilan, prestan más atención al propio cuerpo, tienen más dificultades para integrarse socialmente o para conseguir trabajo y eso puede generar conductas adictivas en personalidades predispuestas", advirtió.
Existen dos grupos importantes de "población de riesgo, uno formado por niños o niñas perfeccionistas, rígidos, obsesivos, generalmente estudiosos o abanderados de escuela y con pocas habilidades sociales", explicó Bello.
El otro "es un grupo mayor de chicos que presenta por lo general desórdenes de conductas y emociones, altibajos emocionales, irritabilidad, enojo, dificultades en el estudio o para concentrarse", señaló.
Para Bello "lo más importante es conectar los cambios sociales y culturales con este aumento notable en las cifras; vivimos una cultura muy visual, que hace énfasis en la belleza y la estética, y eso hace que los adolescentes o los jóvenes se interesen extraordinariamente por sus propios físicos".
"En estas patologías, que por lo general comienzan en la etapa adolescente, la de mayor vulnerabilidad, el 40% es genético y el 60% restante es cultural", afirmó.
La especialista subrayó que "si la enfermedad se cronifica puede acompañar al individuo toda la vida", por lo que es "sumamente importante" prevenirla.
"La patología alimentaria es la que presenta más mortalidad entre las enfermedades psiquiátricas en la adolescencia a nivel mundial, por eso es tan importante prevenirla", precisó.
"Habitualmente la prevención está dirigida a explicarle a los chicos cómo está conformada la pirámide alimentaria y cuántas calorías tienen los alimentos, pero creemos que se debería empezar por educar o alertar a padres y profesores para que detecten a estos chicos que son objeto de burlas o les cuesta integrarse socialmente", consideró.
Según el estudio, los antecedentes de familiares diabéticos o con patologías del espectro bipolar aumentan el riesgo de enfermedad alimentaria, precisó la especialista.
"Los antecedentes de trastornos bipolares o de diabéticos en la familia aumentan el riesgo de patología alimentaria, así como también detectamos un alto porcentaje de personas con ese tipo de trastorno que sufrieron abuso sexual en la infancia", detalló.
Bello enfatizó que "la educación es esencial para la detección temprana" y para "reforzar conductas preventivas".
Los lunes y jueves "ofrecemos en Aluba charlas gratuitas informativas donde atendemos todo tipo de consultas para ayudar a aquellos papás que tengan dudas o hayan detectado algún síntoma", dijo Bello, quien invitó a visitar la web www.aluba.org.ar.