Miércoles 30.3.2022
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Las olas de calor extremas están aumentando en los últimos años debido al cambio climático, y sus efectos cada vez se observan más en la salud. Un estudio reciente de la Universidad de Pensilvania, indicó que el calor extremo provocó entre 600 y 700 muertes más por enfermedades cardiovasculares al año durante una década en Estados Unidos.
Los científicos harán una presentación de los hallazgos del estudio el próximo 2 de abril en una reunión del Colegio Americano de Cardiología, que se llevará a cabo en Washington DC, EEUU. En tanto, hicieron conocer los resultados a modo de información preliminar.
En su documento previo indican que Estados Unidos ahora tiene aproximadamente tres veces más olas de calor que en la década de 1960. Las altas temperaturas pueden ejercer una mayor presión sobre el corazón y desencadenar ataques cardíacos y otros problemas cardíacos.
Además, algunos factores de riesgo de enfermedades cardíacas, como la diabetes, así como los medicamentos para el corazón, como los diuréticos y los betabloqueantes, pueden afectar a la capacidad de una persona para regular su temperatura corporal y dificultar el manejo del calor extremo.
Este estudio es el primero que evalúa las tendencias de las muertes por enfermedades cardíacas durante eventos de calor extremo a escala nacional. Los investigadores señalan que los estudios anteriores, centrados en ciudades concretas o basados en el calor como causa oficial de muerte, probablemente subestimen el verdadero número de víctimas de estos fenómenos.
“Nuestros resultados sugieren que el alcance total de los efectos adversos para la salud del calor extremo es más amplio de lo que se pensaba anteriormente -explicó el autor principal del estudio, Sameed Ahmed Khatana, profesor asistente de medicina en la Universidad de Pensilvania en Filadelfia-. El cambio climático y sus consecuencias tendrán un impacto muy grande en nuestra sociedad en términos de salud, y la salud cardiovascular es un componente importante de eso”.
Para este estudio, su equipo analizó las tendencias de temperatura y las muertes relacionadas con el corazón en los 3108 condados de los Estados Unidos. Los investigadores determinaron la temperatura máxima diaria promedio de cada condado entre 1979 y 2007, y luego identificaron los días de calor extremo entre 2008 y 2017. Estos últimos se definieron como aquellos en los que el índice de calor alcanzó los 32 grados Celsius o más.
Entre 2008 y 2017, cada día adicional de calor extremo en un mes se asoció con un aumento general del 0,13 % en las muertes por enfermedades del corazón. Eso resultó en un promedio de 600 a 700 muertes adicionales por año. Pero los científicos detectaron que hubo diferencias significativas de género y origen étnico. Cada día de calor extremo se asoció con un aumento del 0,21 % en las muertes por enfermedades cardíacas entre los hombres, en cambio no hubo un vínculo significativo para las mujeres.
Por otro lado, cada día de calor extremo se asoció con un aumento del 0,27 % en las muertes por enfermedades cardíacas entre los afroamericanos. En tanto no se encontró una asociación significativa para personas blancas o hispanas. “Estos hallazgos indican que los hombres y las personas afroamericanas tienen un mayor riesgo de eventos cardíacos fatales en las olas de calor”, según mencionan los autores del estudio preliminar.
Según los investigadores, hay varios factores que pueden contribuir a estas disparidades. Por ejemplo, la mayor proporción de hombres que trabajan en sectores en los que puede ser más difícil evitar la exposición sostenida al calor, como la construcción y la agricultura, podría explicar parte de la diferencia entre géneros.
Khatana sugirió que los líderes políticos “deben convencerse de que las negociaciones climáticas tienen un impacto real en la salud de las personas. Los impactos del cambio climático en la salud han estado ocurriendo desde hace un tiempo y es probable que continúen empeorando con el aumento de las temperaturas”, concluyó.