Redacción El Litoral
Así lo afirmó el neurólogo estadounidense Walter Panis, quien brindó una conferencia en la fundación bonaerense Sanatorio Güemes
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Télam
El neurólogo estadounidense Walter Panis afirmó hoy que si bien el cannabis es efectivo en el tratamiento de la epilepsia refractaria en niños, no debe administrarse a los chicos porque “afecta el desarrollo del cerebro.”
“Es un medicamento muy poderoso con efectos sobre diferentes condiciones, eso lo hace interesante”, afirmó Panis durante una conferencia en la que también advirtió que “los niños no deben consumirlo en ninguna de sus formas -aceite, cápsulas, vapor- porque produce daños en el cerebro en formación”.Con esta afirmación, el médico, especialista en rehabilitación, cuestionó el empleo del cannabis en el tratamiento de la epilepsia refractaria.
“El cannabis demostró ser efectivo en el tratamiento de epilepsia refractaria en niños, pero es nocivo para ellos, no deben consumirlo en ninguna de sus formas”, enfatizó.
Panis lamentó que la investigación sobre los efectos medicinales del cannabis es “muy limitada” y que los ensayos clínicos -que requieren miles de pacientes- para saber qué dosis, frecuencia y proporciones son adecuadas en cada tratamiento “nunca se harán porque nadie los pagará.”
“Esa investigación nunca se hará, la industria farmacéutica no está interesada. Depende de cada paciente saber qué están tomando, con qué frecuencia y cuáles son los resultados, a fin de lograr el mejor tratamiento posible para un síntoma específico”, dijo.
El especialista indicó que, “aunque se usa hace siglos para tratar distintos síntomas, en Estados Unidos está incluida hoy en la categoría uno de drogas, la misma que la heroína, aunque nadie murió nunca por sobredosis de marihuana: ese es el mayor problema para la investigación.”
El médico explicó que en la planta de cannabis hay “más de 400 componentes químicos efectivos” -los fitocannabinoides-, que “replican” los efectos de los endocannabinoides naturales producidos por el cerebro, los músculos, el hígado y el tejido graso, a su vez relacionados con el dolor, por lo que es fundamental en los tratamientos médicos del estrés y el sistema circulatorio.
De todos sus componentes, el THC es el que produce alucinaciones y trastornos en la percepción, y si un paciente compra cannabis “en la calle, no sabrá qué está tomando, mientras que el cannabis que se vende en los dispensarios médicos es analizado y dice qué componentes tiene y en qué proporción”, agregó.
Entre las “condiciones” que pueden tratarse con cannabis, el médico nombró la falta de apetito “en pacientes con VIH o aquellos que necesitan subir de peso porque están debilitados”, y las náuseas causadas por distintas enfermedades o por drogas como las que se usan en quimioterapia.
“También es efectivo en pacientes con dolor por neuropatía, producido por lesiones neurológicas, que puede ser incluso incapacitantes; y disminuye la espasticidad (endurecimiento de los músculos) en pacientes con esclerosis múltiple.”
Panis, quien tiene más de 25 años de experiencia en el Hospital General de Massachusetts, dio la conferencia “Cannabis-Marihuana en la medicina”, en la Fundación Sanatorio Güemes.