¿Por qué me hacen dos test? ¿Puede uno dar negativo y otro positivo? ¿Se usan los test que miden anticuerpos para saber si estoy cursando la enfermedad?. Estas son sólo algunas de las preguntas que la pandemia del coronavirus Covid-19 introdujo en lo cotidiano y que en estos días de rebrote de casos por coronavirus vuelven a cobrar vigencia.
Las pruebas de diagnóstico fueron lo primero que se desarrolló como respuesta frente a la pandemia y fueron el centro de las noticias en los primeros meses de 2020, hasta que las vacunas y los tratamientos cobraron más protagonismo mediático.
Sin embargo, frente a esta nueva ola que atraviesa el mundo, impulsada primero por la variante Delta y recientemente por la Ómicron, el testeo volvió a estar en el foco y, en Argentina, los ciudadanos hacen hoy largas colas para poder realizarse una prueba en varias localidades.
Frente a este escenario, la viróloga Andrea Gamarnik, investigadora superior del Conicet en la Fundación Instituto Leloir (FIL) recordó cuáles son los distintos tipos de test, qué es lo que identifica cada uno, y en qué momento conviene utilizarlos.
¿Cuántos tipos de test existen?
Hay pruebas de diagnóstico y test serológicos. Los primeros permiten saber si si está cursando la enfermedad en el momento, los segundos sirven para detectar anticuerpos y son un indicador de si se tuvo contacto con el virus pero no se utilizan para diagnosticar una enfermedad en curso.
¿Qué clases de test de diagnósticos hay?
Hay tres tipos de test que se utilizan para hacer diagnóstico en Argentina: de antígenos, PCR y de amplificación isotérmica mediada por bucle o Lamp.
¿Qué es un test de antígenos?
Los test de antígenos detectan la presencia del virus, en particular, de una proteína que se encuentra en la partícula viral. Si esa proteína se detecta quiere decir que hay virus y que hay infección positiva. Estos test son rápidos, hay algunos desarrollos que permiten un resultado en minutos, incluso con tiras reactivas como los test de embarazo.
Las PCR (reacción en cadena de la polimerasa) son pruebas que no detectan directamente un componente del virus, sino que primero lo amplifican, es decir, hacen miles y miles de copias del material genético, una molécula de ARN, y luego lo detectan.
¿Qué es la amplificación isotérmica?
En Argentina también hay disponible test de amplificación isotérmica mediada por bucle de producción nacional, que son otro tipo de test que también funcionan amplificando el virus y detectando las moléculas de ARN.
¿Todas tienen la misma sensibilidad?
No. La sensibilidad de las pruebas de antígenos tienen un límite. Si la persona recién se infectó y tiene poca carga viral es probable que el test de antígenos dé un resultado negativo. También puede dar negativo si el virus se multiplicó poco por el efecto, por ejemplo, de las vacunas. Las PCR son mucho más sensibles y por eso son el gold standard (patrón de oro) de diagnóstico.
En relación a las pruebas de amplificación isotérmicas, al momento de su aprobación se demostró que tenían una sensibilidad similar a las PCR.
¿Por qué se hacen los dos tipos de test (antígenos y PCR)?
Porque los test de antígenos pueden dar negativos al no llegar a detectar el componente viral pero no dan falsos positivos y son mucho más rápidos. En caso de que el test de antígenos de positivo ya no es necesario hacer la prueba PCR. En cambio, si el test de antígenos da negativo y, por ejemplo, la persona fue contacto estrecho de un positivo o presenta síntomas conviene hacer la PCR para confirmar o descartar realmente la infección.
¿A partir de cuándo se puede hacer el test?
El test se puede hacer después del tercer día de contacto con el virus o cuando aparecen los síntomas, si el test de antígenos da negativo se hace la PCR para asegurarse de que el resultado sea negativo por lo que explicábamos antes.
¿Los test serológicos sirven para diagnosticar la enfermedad?
Los test serológicos permiten evaluar la respuesta inmune del organismo. Se usan para vigilancia epidemiológica, para evaluar respuesta frente a las vacunas, pero no se usan para diagnosticar la enfermedad.