Una de las escenas más hermosas de la vida cotidiana es una madre que amamanta a su hijo. Pero en este acto de amor subyacen numerosos beneficios, no solo para el bebé, sino también para su madre y para la sociedad. Y tal es su importancia que desde el 1° al 7 de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna, avalada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y apuntada a promover esa práctica para procurar la salud del recién nacido.
El Dr. Vicente Contini trabaja en el área de Neonatología del Hospital Iturraspe. Consultado al respecto precisó que es recomendable que el recién nacido se alimente exclusivamente a pecho durante los primeros 6 meses de vida. Pero remarcó que hasta los 2 años de vida puede tenerlo como complemento y que es muy importante promover este accionar, desalentando el uso de la mamadera. “Todos los micronutrientes que tiene son propios del ser humano y no pueden suplantarse con leche de fórmula artificial”, aseguró.
En los bebés prematuros la lactancia es clave para la recuperación nutricional. También ayuda a mejorar su crecimiento y disminuir el riesgo de infecciones intrahospitalarias y complicaciones intestinales. Pero en los niños nacidos a término también influye positivamente: previene diarrea, neumonía y otitis, mejora la calidad de vida ante enfermedades crónicas y colabora con el desarrollo del coeficiente intelectual.
Además de generar un vínculo afectivo que más tarde será esencial, para la madre esta práctica implica disminuir la posibilidad de cáncer de ovarios y mamas, prevenir la osteoporosis y mejorar la autoestima. “Dar la teta tiene que ver con una conducta activa, de observación, contacto, y sobre todo tiempo”, explicó Contini. Y recordó que si bien el 90% de las mamás no tienen problema para amamantar, las que lo tengan pueden encontrar solución en instituciones preparadas.
Contención
El Iturraspe es un efector “amigo de la madre y el niño”, distinción de Unicef y la OMS. Supone que todo el personal está entrenado para aconsejar a las mujeres en tiempo de amamantar. De hecho, hoy y mañana se realiza allí un taller promovido por el Comité de Lactancia, dirigido a enfermeras, médicos, voluntarios y mucamas, entre otros.
En esto, además de los profesionales, cumplen un rol clave las voluntarias del grupo “Mamá Corazón”, quienes en la Residencia que funciona en el hospital dan contención y apoyo a las madres que deben permanecer a veces por 4 meses allí mientras sus bebés nacidos prematuros se recuperan en Neonatología.
Silvia Bonomo, referente de la agrupación indicó que la presencia de las mamás cerca de sus hijos es importante porque pueden amamantarlo cada vez que lo necesitan, lo que contribuye a una evolución más rápida. “Incluso las ayudamos a sacarse leche, porque los bebés cuando nacen muy chiquitos no pueden tomar la teta y deben ser alimentados por sonda”, comentó. “Hay que convencer a la mamá de que amamantar es lo mejor”, aseguró.