Comienzan los días de mayor calor del año y la temporada de lluvias en esta húmeda ciudad de Santa Fe, y se avecinan los casos de dengue, que durante el verano pasado preocuparon a las autoridades de salud por sus consecuencias en la población.
La funcionaria pide a la población que “no se olvide de la enfermedad” y reclama: “Hay que seguir descacharrando” porque “tenemos que estar preparados para cuando aumenten los casos”. Cómo se prepara Santa Fe para la temporada. Y qué puede hacer cada vecino.
Comienzan los días de mayor calor del año y la temporada de lluvias en esta húmeda ciudad de Santa Fe, y se avecinan los casos de dengue, que durante el verano pasado preocuparon a las autoridades de salud por sus consecuencias en la población.
En la actualidad no hay casos de dengue en la ciudad de Santa Fe. Los últimos ocurrieron hace tres meses atrás, en junio. Esto quiere decir que por ahora la enfermedad no es endémica, es decir que no hay casos durante todo el año, como ocurre en otras localidades. Sin embargo las autoridades sanitarias piden no relajarse en los cuidados para evitar que crezca y se descontrole, porque la certeza es que el dengue llegó para quedarse.
En 2009 fue el primer caso de dengue importado detectado en la ciudad. Es decir que lo trajo alguien que viajó a otra localidad. Desde entonces se vienen intensificando las acciones de prevención de la enfermedad. Y la temporada pasada fue la peor, con gran cantidad de casos positivos.
Durante el primer semestre del año hubo en la ciudad de Santa Fe 3.940 casos notificados de dengue y 23 de chikungunya. Se realizaron 645 bloqueos en 60 barrios, para lo que fueron visitadas 15.266 viviendas; además se realizaron 84 fumigaciones contra el mosquito vector.
De los operativos participaron casi 300 voluntarios de instituciones territoriales y 10 áreas municipales como comunicación, higiene urbana, control de plagas, espacios verdes, control de baldíos, promoción de salud, descentralizadas, vecinales, estaciones, entre otras.
En la actualidad, el programa de lucha contra el dengue que lleva adelante la Municipalidad de Santa Fe en la ciudad tiene cuatro líneas trabajo.
Mediante talleres con la comunidad, capacitaciones y acciones en eventos, lo que se busca es la promoción de la salud. “La intención es sensibilizar sobre la enfermedad y que el vecino o la vecina no se olviden de que debemos continuar con los cuidados”, dijo la directora de Promoción de la Salud municipal, Lorena Massari, en una entrevista con El Litoral.
En cuanto a la prevención de la enfermedad, la Municipalidad realiza acciones que promueven el descacharrado en los barrios. “Desde que dejamos de tener casos en la ciudad (junio) tenemos un cronograma para volver, en primera instancia, a los barrios a donde más casos hubo (durante la temporada pasada)”, dijo Massari. Este es un trabajo que se realiza domicilio por domicilio en cada barrio elegido. “La intención es revisar los patios y vaciar todos los reservorios que puedan estar acumulando agua”. Los equipos asisten dos veces por semana a cada barrio elegido.
La tercera acción desplegada por el Municipio en el territorio es el sistema de monitoreo entomológico, que consiste en la colocación de las denominadas ovitrampas. Se trata de dispositivos que se instalan en recipientes en domicilios de varios barrios de la ciudad. Este monitoreo se realiza desde 2017 y en la actualidad hay 50 ovitrampas instaladas. “Algunos fueron dando positivo, es decir que mostraron que el mosquito estaba teniendo actividad, porque estaba poniendo huevos en esos recipientes”, dijo Massari. “Entonces fuimos a esos barrios a alertar a los vecinos para que sepan que el mosquito estaba presente y que intensifiquen todas las medidas de prevención, sobre todo el descacharrado”.
Por último, la cuarta acción es la que se realiza durante la epidemia de dengue y consiste en los bloqueos. Es cuando se aisla a un portador del dengue durante el período de trasmisión.
-¿Las ovitrampas instaladas en estos días detectaron la presencia de larvas del mosquito transmisor del dengue?
-En las últimas semanas de septiembre hubo presencia de oviexposición, es decir que el mosquito (aedes aegypti) puso huevos e inició su actividad en dos barrios de la ciudad: Los Hornos y Guadalupe Oeste. En ambos barrios ya realizamos intervenciones.
Cabe recordar que Guadalupe Oeste fue el barrio más afectado por esta enfermedad durante la epidemia de dengue que se registró este año, antes del invierno. Las ovitrampas instaladas allí “fueron dando positivo durante toda la epidemia, en un índice bastante más elevado que en el resto de los barrios”, indicó la directora de Promoción de la Salud municipal.
En Los Hornos se recorrieron 640 domicilios en 20 manzanas, mientras que en Guadalupe Oeste se relevaron 880 domicilios. El monitoreo de las ovitrampas “nos obliga a tener que volver a estos barrios, y así detectamos nuevamente la actividad del mosquito”, dijo Massari.
Un dato a tener en cuenta es que el año pasado la actividad del mosquito transmisor del dengue se había detectado a fines del mes de octubre, mientras que este año ya se pudo comprobar en septiembre, es decir que este indicador señala que es probable que se tenga un escenario similar o más preocupante que el anterior. “El mosquito apareció un mes antes, esto implica que el mosquito está teniendo mucha más variabilidad”, advierte Massari. Así que “tenemos que advertirles a los vecinos, aunque no significa que tengamos casos de dengue”, aclaró.
En la ciudad hay distintos tipos de mosquitos y el aedes aegypti, que transmite el dengue, es “bien domiciliario”, señala Massari. Es decir que no se lo encuentra en zanjas, ríos, lagunas ni fuentes de la ciudad, “porque no le gusta el espacio tan grande, abierto y expuesto al sol”. Las ovitrampas miden la actividad de este vector: cuándo comienza a poner sus huevos, cuándo tiene la mayor cantidad, en qué etapa del año, en qué barrio y cuándo la disminuye.
-Después de lo que fue el verano pasado, ¿los vecinos han tomado conciencia de la importancia del descacharrado?
-Trabajamos domicilio por domicilio con cada vecino o vecina para que tomen las medidas de prevención. Esta es una cuestión muy solidaria. El mosquito se mueve unos 300 metros a la redonda, así que es importante que todos limpien sus patios. Hoy tenemos una respuesta dispar. Hay vecinos que están cansados de vernos tocar su puerta y repetir lo mismo, hay quienes tomaron conciencia y tienen sus patios limpios, hay quienes nos permiten ingresar y detectamos algunos reservorios que ellos no identificaban como tal así que los asesoramos, y también tenemos a los descreídos de la situación, o lo que piensan que el dengue tiene que ver con la vulnerabilidad social o la pobreza, y no es así, porque el vector no diferencia razas, clases ni posición social. Busca dónde poner sus huevos, que sea cercano a donde pueda alimentarse, cercano a personas de quienes extraer la sangre y donde refugiarse.
-¿Tienen efecto estas acciones si en otras ciudades del área metropolitana de Santa Fe no se repiten?
-Tras la última gran epidemia que tuvimos, a través del programa provincial se iniciaron acciones ahora en otras localidades más pequeñas, que no tienen recursos, capacitad operativa y equipos. Esas localidades están recién afianzando los protocolos.
-¿Qué se espera para esta temporada estival que comienza en Santa Fe?
-La probabilidad es que exista al menos la misma cantidad de casos que la temporada pasada, pero llegamos más preparados. La población no debe olvidarse de la enfermedad. Hay que seguir descacharrando. Y tenemos que estar preparados para cuando aumenten los casos.
-Esta temporada se suma la vacunación que realiza la Provincia contra el dengue…
-Es una medida más de prevención para una población estratégica, para las personas de riesgo, el personal de salud y de seguridad, para que no se recientan estos servicios. Luego se extenderá al resto de la población a medida que la vacuna esté disponible. Pero el descacharrado sigue siendo la medida más importante.
El dengue no tiene una mortalidad elevada pero sí tiene una alta morbilidad, es decir que es muy sintomática, “la gente falta mucho a trabajar, hay muchos niños internados, pero el riesgo de muerte es bajo”, dice Massari. El dengue es una enfermedad vectorial, que se transmite a través del mosquino, no de persona a persona. Entonces, “si intervenimos sobre la propagación del mosquito reducimos el riesgo”.
-¿La lluvia caída este lunes incide en la presencia del vector en la ciudad?
-Después de la lluvia continuamos las acciones como si no hubiese llovido pero encontramos los recipientes en los patios con agua, entonces insistimos en el descacharrado y la limpieza. Les pedimos que revisen las canaletas, que no tengan hojas y se acumule agua, y las plantas de hojas duras.
Por otra parte, algunos vecinos y vecinas acopian agua para diferentes usos. “Les pedimos que lo hagan con los cuidados necesarios porque los huevos duran hasta un año, los hemos encontrado en recipientes que quedaron del verano pasado. Y si tienen un poquito de agua se reactiva su ciclo reproductivo y en siete días aparece el mosquito”, indicó la funcionaria de Salud.
-Por último, ¿qué se le indica a quienes este verano piensan viajar a lugares a donde hay dengue endémico?
-En Santa Fe tenemos muchos viajeros durante todo el año. Mucha gente viaja a Paraguay o Brasil, que tienen todos los tipos de dengue. Es súper importante recalcar que tengan todas las medidas de prevención: usar manga larga, renovar el repelente, siempre colocado sobre la crema protectora solar y si se tienen síntomas no hay que circular por la ciudad ni medicarse, hay que consultar al médico.