A partir de la confirmación del primer caso de leishmaniasis visceral humana en Concordia, equipos de Zoonosis del Ministerio de Salud y del municipio trabajan en el control de la enfermedad -que afecta a personas y perros-, mediante la captura de insectos voladores transmisores con trampas de luz.
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El Ministerio de Salud de Entre Ríos a través del Área de Zoonosis y Vectores dependiente de la Dirección de Epidemiología, junto a la Secretaria de Salud de la Municipalidad de Concordia, se encuentran realizando -desde este martes hasta el viernes inclusive- tareas de control de la leishmaniasis visceral, ante la confirmación del primer caso humano en la provincia. Cabe citar que, de manera frecuente, es detectada en perros, pero en esta oportunidad se diagnosticó en una persona.
La leishmaniasis visceral es una enfermedad infecciosa causada por un parásito que se propaga por la picadura de flebótomos (insectos transmisores). Este tipo de patología afecta a los órganos internos, generalmente el bazo, el hígado y la médula ósea.
En este contexto, el responsable de Zoonosis, Jerónimo Garcilazo Amatti, explicó: “Trabajamos en la colocación de trampas de luz para la captura del flebótomo transmisor de la enfermedad y la extracción de sangre a todos los perros en un radio de 150 metros alrededor del caso de leishmaniasis visceral humana”.
Las tareas se realizan, concretamente, entre las calles: Perú, Germán Abdala, Laprida y Juan José Valle de la localidad. Asimismo, los residentes de Epidemiología de la provincia estarán abocados a detectar personas que manifiesten síntomas compatibles y búsqueda de antecedentes en los registros de enfermos en el hospital Delicia Concepción Masvernat, que hayan presentado: fiebre prolongada por varias semanas, inflamación de los ganglios, e incluso un aumento en el tamaño de órganos como el bazo o el hígado.
Garcilazo Amatti destacó: “En Concordia ahora se encuentra el ciclo completo por la presencia del vector en la ciudad y en la costa del río. Años anteriores realizamos estudios de prevalencia que resultaron positivos para la presencia del flebótomo y la enfermedad en perros, por lo cual los veterinarios de la ciudad fueron advertidos”.
Respecto a los insectos transmisores de la leishmaniasis visceral, el profesional precisó que son poco más chicos que un jején: “La diferencia con el mosquito Aedes aegypti es que tiene un ciclo por debajo de la tierra; no necesita agua para su reproducción; se cría en ambientes de mucha materia orgánica en descomposición como hojas, frutas, gallineros y establos de animales de granja”.
Asimismo, agregó que el reservorio principal es el perro doméstico: “Cuando el vector pica al canino y luego le transmite el parásito a una persona, se genera la enfermedad. Por eso el principio básico de la prevención es la tenencia responsable de mascotas”.
Principales recomendaciones
Para evitar la propagación de esta patología, es necesario: controlar de forma periódica con un veterinario a los perros; evitar que deambulen en las calles; y colocarles collares repelentes de flebótomos, además de los indicados para pulgas y garrapatas, principalmente, si las mascotas se encuentran en los patios y cercanías de gallineros.
En lo que respecta a las personas, es fundamental el uso de repelentes y ropas con mangas largas y pantalones (aún con altas temperaturas), sobre todo si se va a estar al aire libre, cerca de los árboles. También es esencial que el perro no duerma en la misma habitación y la cucha esté alejada de lugares expuestos a materia orgánica.