Hoy se conmemora el Día Internacional de Lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA). Promulgada desde el 2012, esta fecha tiene como propósito concientizar, informar e interpelar a los distintos actores sociales sobre esta problemática.
En nuestro país, durante los últimos años se ha producido un incremento preocupante de la incidencia de los desórdenes alimentarios como ser la anorexia, bulimia, trastorno por atracón, vigorexia, ortorexia, alcohorexia, entre las de mayor impacto.
En este marco, la Dra. Laura , representante de la organización LAZOS, explicó que existen muchos tipos de trastornos alimentarios, siendo que “hay otros tantos que no tienen nombre pero que también marcan una división difuncional entre la persona y la comida”
¿Cuándo se convierte en una patología?
La diferencia persiste cuando hay una “obsesión”, el estar pensando todo el tiempo qué voy a comer, cuándo, cuánto, siendo que la autoestima de las personas están sumamente relacionadas con esto. “Es un pensamiento constante que no se puede sacar de la cabeza, y todo gira alrededor de la comida y de como me ven los demás. Cuando esto que me está pasando ocupa la gran parte de mi día, ahí podamos empezar a hablar de trastorno alimentario”, explicó la especialista.
En el contexto de la pandemia, y por el mismo encierro generó que sean muchas las consultas sobre este tema. “El motivo de estar todo el tiempo enfrente de una pantalla hace que uno empiece a mirar otras cosas, y te empezás a prestar más atención, al hecho de reabriese y al contacto social genera una cierta inseguridad para aquellas personas que están predispuestas a sufrir una patología alimentaria, como por ejemplo la etapa de la adolescencia, donde hay un notable aumento de casos”, señaló.
Al hablar sobre esta enfermedad, es necesario remarcar que esta ligada a diferentes factores, “desde el entorno familiar, ya que generalmente en los trastornos de conducta suele estar presente alguna historia o antecedente familiar, no en todos los casos, pero en su mayoría ocurre así. Y desde lo personal, donde se desarrollan la personalidad psíquica, personas con bajas de autoestima, y/o aquellas personas que son súper exigentes con su físico. Estas cuestiones, se ven aún más afectadas ante el ámbito cultural y social, teniendo en cuenta la imagen de belleza, y los estereotipos inalcanzables que nos venden”, sostuvo la profesional.
Las especialistas sostienen que esta patología requiere un tratamiento interdisciplinario, ya que “no solamente hay que focalizar el problema desde lo clínico si no teniendo en cuenta que hay una multiplicidad de factores entre los que se encuentran la parte, nutricional, psicológica y de salud mental, entre otros”.
En este sentido, indicaron que “si bien tenemos que recuperar al paciente en la parte clínica para que el tratamiento sea efectivo y continué en el tiempo, también debe tratarse la parte emocional”.
Es por eso, que es necesario destacar que esta enfermedad no conlleva tratamientos cortos, “por eso mismo se habla de una estructura de personalidad y de una contención familiar que también hay que aprender a dar, y que la familia acompañe. Entonces son muchas facetas sobre las cuales se debe trabajar abordando siempre metas cortas para lograr resultados”.
Contención familiares
Ante la presencia de esta enfermedad, la familia debe respaldar, y apoyar al paciente un cien por ciento, por lo que representan un rol fundamental.
La especialista, desde la organización Lazos, explicaron que se trabaja codo a codo con la familia, “los instruimos y los formamos, convirtiéndolos en parte del tratamiento, porque son quienes comparten mayor parte del tiempo con los pacientes, y tienen el control sobre ellos”- y agregaron- “lo más importantes es que toman conciencia de que esto es una enfermedad, no se trata de modas, y no es algo pasajero”.
Imagen Ilustrativa
Foto: Imagen Ilustrativa
¿Cómo detectar la enfermedad?
Aunque los trastornos alimenticios pueden comenzar con preocupaciones por la comida y el peso, son mucho más que comida.
Quienes padecen esta enfermedad son personas cuyos cambios principales parten de la conducta de la alimentación, se empiezan a aislar, no quieren compartir comidas con la familia, están mucho tiempo solos encerrados, tienen auto-exigencia con la actividad física y cuidado de su cuerpo, se esconden para comer, en caso de la bulimia lo hacen a escondidas, y hay casos donde puede haber alteraciones en el peso también.