Dr. Hugo D. Valderrama
Dr. Hugo D. Valderrama
Médico neurólogo - Máster en Neurociencias (Mat. 5010)
Tener un factor de riesgo es similar a tener un "ticket para sacarse una enfermedad". No significa que sí o sí la persona va padecer de ella, pero si que tiene chances. Cuanto menos controlado y más avanzado el factor de riesgo, más tickets.
La enfermedad de Alzheimer es multifactorial, hay varios factores de riesgo relacionados, entre ellos los mismos que afectan al corazón y otros órganos. Como sospecha, los argentinos estamos en el top ranking mundial de los que más "tickets compramos". De cada diez argentinos: 4 tienen hipertensión, 4 tiene dislipemia (colesterol), 6 tienen sobrepeso y 1 tiene diabetes (90% tipo II).
Pensará que quizás es bajo el porcentaje de esta última patología, la cual todos los 14 de noviembre se difunde su prevención, pero no. También superamos la media mundial, más de 4 millones de argentinos padecen diabetes.
¿Qué tienen todos estos factores en común? Que más allá de que pueden tener o no una predisposición genética, todos son modificables con hábitos de vida.
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Habitualmente escucho en el consultorio: "Bueno doctor, todos en mi familia tienen, que le voy hacer". Primero, no porque muchos en la familia padecen uno o varios factores de riesgo, es determinante para afirmar una predisposición genética. Es más frecuente, que lo determinante sean hábitos muy poco saludables, que se enseñan, copian y/o comparten.
Segundo, si realmente hay una predisposición genética, el "que le voy hacer" es el que termina de empeorar toda la situación. Una correcta alimentación y realizar 15 minutos de ejercicios aeróbicos diarios, pueden anular o disminuir las consecuencias de esa genética. Hábitos que incrementan la calidad de vida y su posibilidad de disfrute en todos nosotros, pero para aquellos que les tocó las cartas de los peores genes, debe ser una cuestión "religiosa".
Respecto a la alimentación, debe informarse cuál es la adecuada para su metabolismo, actividad y contextura individual. El promedio máximo de ingesta de azúcar diaria recomendado por la OMS, para una persona adulta, es entre 25 o 30 gramos, osea 5 o 6 cucharas chicas. Pero alerta: debe contabilizar no sólo el azúcar que agrega a los alimentos o bebidas, sino la que ya forma parte de los ingredientes que ingiere.
Luego de informarse qué es lo que esta comiendo y tomando actualmente. Estos son los equivalentes promedios en cucharaditas de azúcar (5 gramos), respecto algunos alimentos: gaseosa 500 ml = 10 cucharaditas; flan 100 gramos = 6 cucharaditas; durazno en almíbar 100 gramos = 6 cucharaditas; chocolate 100 gramos = 10 cucharaditas; yogur con sabor vasito de 125ml: 4 cucharaditas; helado 100 gramos (dos bochas): 4 cucharaditas.
No solo "somos lo que comemos", pero si lo que comemos nos condiciona lo que somos.