La migraña es una condición que afecta a millones de personas en todo el mundo. Suelen padecerlo más las mujeres que los hombres y su intensidad puede variar de moderada a intensa.
Los dolores de cabeza por esta condición afectan a un 12 % de la población mundial. Un especialista explica cómo tratarla y por qué ocurre.
La migraña es una condición que afecta a millones de personas en todo el mundo. Suelen padecerlo más las mujeres que los hombres y su intensidad puede variar de moderada a intensa.
El neurólogo Francisco Varela explicó que “es un tipo de dolor de cabeza que es muy frecuente y afecta aproximadamente al 12% de la población mundial. La causa es compleja y generalmente se debe a una combinación de factores ambientales, predisposición genética y fluctuaciones hormonales. Es muy frecuente que los pacientes relaten que tienen familiares de primer grado con esta patología”.
El especialista detalló que los síntomas más comunes de la migraña incluyen dolor de cabeza, aura, sensibilidad al sonido o la luz. Ciertos factores del estilo de vida, como el estrés y la mala la calidad del sueño, pueden desencadenar esta condición.
“A veces los pacientes argumentan tener fenómenos visuales que llamamos aura. Generalmente preceden al dolor, son como fenómenos lumínicos que se presentan en forma de destellos luminosos o flashes. Eso es bien típico de esta condición”, aclaró Varela.
También contó que la migraña se clasifica según “la frecuencia del dolor, si es episódica o diaria. Asimismo se clasifica con aura y sin aura, estos son los síntomas que aparecen previos, y con menos frecuencia, durante el dolor. Generalmente son síntomas visuales como destellos luminosos, puede acompañarse de fenómenos sensitivos como hormigueo de un lado del cuerpo o incluso a veces problemas para hablar o moverse”.
En cuanto a qué se puede hacer para prevenir el fuerte dolor de cabeza el profesional informó: “La migraña es un resorte muy sensible. Factores ambientales como el estrés, los cambios hormonales sobre todo en las mujeres –menstruación, embarazo, menopausia– ciertos alimentos, que el paciente reconoce como gatillantes, llevan a que se produzca el malestar.
Varela explicó que se debe prestar atención a los hábitos alimentario en general. No pasar largos periodos de ayuno, no consumir alcohol o tabaco. Todos ellos son factores que disparan el dolor. Por otro lado, la mala calidad del sueño y la privación del mismo son factores que llevan a que el dolor aparezca.
Aunque no existe una cura para la migraña, hay tratamientos disponibles para reducir el dolor y otros síntomas incómodos asociados con ellas. La mayoría de los tratamientos implican cambios en el estilo de vida o medicamentos, pero también pueden considerarse técnicas de relajación como yoga o ejercicios de respiración profunda para ayudar a controlar la migraña.
Lo primero, siempre, es consultar al médico de cabecera para que pueda tener una conversación con el paciente sobre las características del dolor y llegar a un diagnóstico adecuado.
“Si el paciente tiene un dolor leve vamos a recomendar siempre analgésicos comunes o paracetamol. Cuando es más severo existen medicaciones más modernas que se denominan triptanes”, indicó el profesional. A su vez, remarcó que “cuando el dolor es mucho más frecuente se necesita una intervención más compleja. En ese punto se debe tomar medidas de prevención, que también consisten en estrategias farmacológicas para ayudan a disminuir la frecuencia y la intensidad de la migraña”.