Ante la preocupación de los pacientes asmáticos por la pandemia del coronavirus, la Asociación señaló que “los tratamientos para la alergia y el asma no protegen ni empeoran la infección por SARS CoV-2, pero sí mejoran su condición de alérgico, por tanto, tampoco deben modificarse”, indicó en un comunicado.
Además, sostuvieron que la alergia “cumple un rol importantísimo en el origen” de la enfermedad, "siendo su principal mecanismo de producción”, y recomendó no “suspender el tratamiento habitual del asma".
Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), “hay actualmente más de 300 millones de pacientes con asma, constituyendo una de las enfermedades crónicas más frecuentes, y la más prevalente en los niños”.
Alejandro Videla, profesor de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral y especialista del Hospital Universitario Austral señaló que “para la situación actual, además de las recomendaciones hechas para toda la población, se recomienda que las personas con enfermedades respiratorias mantengan sus medicaciones de base, reciban la vacunación antigripal y contra el neumococo si tienen indicación de vacunarse”, informó en un comunicado esa alta casa de estudios.
Al inicio de la pandemia los pacientes con esta patología fueron señalados dentro del grupo de riesgo por tratarse de un virus respiratorio, recordaron.
Al respecto, Videla expresó que “el coronavirus es un virus de impacto respiratorio y causa frecuentemente neumonía", y agregó que "tener una edad avanzada y padecer una enfermedad subyacente, como las pulmonares, se consideran factores de riesgo asociados con peor evolución”.
El asma es una enfermedad inflamatoria crónica de la vía respiratoria (bronquios) caracterizada por ataques recurrentes de tos, sensación de falta de aire y sibilancias (silbidos en el pecho) que varían en severidad y frecuencia.
El nuevo coronavirus tiene una alta capacidad infectiva -una persona infecta a tres-, pero baja capacidad de producir enfermedad grave y, según la OMS, “la mayoría de las personas (alrededor del 80%) se recupera de la enfermedad sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial”.
Con información de Télam.