Jueves 17.3.2022
/Última actualización 10:30
El Ministerio de Salud de la Nación publicó un estudio en la revista británica The Lancet que dio cuenta de la eficacia de las vacunas contra el coronavirus en los mayores de 60 años. Se trata de una investigación llevada adelante entre enero y septiembre de 2021 y que alcanzó a 1.298.928 personas.
La ministra Carla Vizzotti hizo mención al trabajo a través de un hilo de Twitter. “Los datos son excelentes: la efectividad para prevenir muertes después de las dos dosis de cualquiera de las vacunas en ese período de tiempo fue mayor al 85% (93,1% con Sputnik V; 93.7% con AstraZeneca y 85% con Sinopharm)”, afirmó.
Bajo el título “Evaluating COVID-19 vaccines in the real world” (Evaluando las vacunas contra el coronavirus en el mundo real), el trabajo analizó la aplicación de Sputnik V, AstraZeneca y Sinopharm. El documento fue coordinado por Analía Rearte, directora nacional de Epidemiología e Información Estratégica.
De acuerdo al estudio, las vacunas de vectores virales (Sputnik y AstraZeneca) fueron más efectivas en prevenir la muerte por coronavirus que la Sinopharm, de virus inactivado. Sin embargo, una sola dosis de cualquiera de las tres tenía una eficacia de prevención de una muerte por la enfermedad superior al 70%.
“Queda evidenciada la solidez de los datos que nos permitieron, hace casi un año, tomar una de las decisiones sanitarias más difíciles e importantes de la pandemia en nuestro país: diferir segundas dosis para alcanzar a la mayor cantidad de personas con la primera”, afirmó la ministra de Salud en Twitter.
Gentileza D.RDe hecho, la titular del área de Salud destacó el impacto de una inyección dentro de un segmento de los adultos mayores. “Con una sola dosis de las vacunas de vector viral, la efectividad para prevenir la muerte resultó mayor al 80% en individuos de entre 60 y 79 años. Y esa efectividad, además, se mantuvo estable a lo largo del tiempo, por más de tres meses después de la aplicación”, sostuvo.
En el inicio del documento se señaló que las vacunas de vectores virales (ARNm) como Pfizer, AstraZeneca o Sputnik se distribuyeron ampliamente en países desarrollados, mientras que las de virus inactivados se comercializaron en el resto de los países.
De acuerdo a The Lancet, el trabajo realizado por el Ministerio de Salud es una importante contribución que tiene ramificaciones para países de bajos y medianos ingresos debido a la elección de vacunas disponibles”.