El instituto decidió compartir los consejos para que los amantes del mate «puedan seguir conectados a través de nuestra infusión nacional en forma segura, manteniendo viva (…) nuestra identidad». Las recomendaciones comienzan por lo más duro «evitar compartir el mate, la bombilla y el termo».
Otro aspecto importante es higienizar los utensilios básicos «todas las veces después de cada uso». Tanto el mate, como la bombilla y el termo, pueden ser considerados como utensilios. En este caso, el Instituto cita el Manual de Manipulación de Alimentos, donde la Organización Mundial de la Salud define una serie de normas para realizar un correcto lavado y asepsia de los utensilios que utilizamos:
• Siempre lavá con agua y detergente
• Raspá los residuos sólidos que pudiesen existir hasta que se diluyan con el agua.
• Enjuagá con agua potable (¡nunca reutilices el agua usada!).
• Desinfectá sumergiendo en agua caliente (80°C) por 1 min. o con lavandina (1 cucharada sopera por 5 litros de agua) por 5 min.
• Secá al aire, no utilices trapos que podrían estar contaminados.
Los mismos cuidados hay que tener para manipular y guardar la yerba, además de utilizar «cepillos limpiavasos para eliminar restos sólidos dentro del termo», recipiente que no debería tener forros que dificulten la limpieza y desinfección.
Almacenamiento de la yerba
Las advertencias señalan que es «fundamental» ser precavidos «con la limpieza y el almacenaje tanto del paquete como de la yerba. El paquete de yerba mate sale de los establecimientos productores en perfectas condiciones sanitarias, pero hasta que vos lo tomás de la góndola, hay muchos factores externos que pueden incidir. Por eso es fundamental que te laves las manos antes y después de manipularlo».
«La yerba mate es un alimento envasado, la OMS recomienda estos sencillos pasos al momento de manipularlos: Limpiá el paquete rociándolo con alcohol al 70% (diluyéndolo con un 30% de agua) o lavandina diluida (1 cucharada sopera -15 cm³- por 5 litros de agua). Si es de un material que no se puede mojar, lavate bien las manos antes de abrirlo y volcá la yerba en un recipiente tratando de no contaminar el producto», agrega.
Por otro lado, se precisa cómo debe limpiarse el mate, según el material: de calabaza, con agua caliente y secarlo con papel de cocina o repasador para evitar el crecimiento de hongos; de vidrio, cerámica, metal o silicona, con abundante agua potable.
En el caso de la bombilla, además de la limpieza diaria, se recomienda una higiene más profunda al menos una vez por mes, «sumergiéndola en agua hirviendo con dos cucharadas de bicarbonato de sodio durante 25 minutos». Otra forma es sumergirla en agua caliente, a 80 grados centígrados, durante un minuto o de lo contrario con lavandina, una cucharada sopera por cinco litros de agua, durante cinco minutos.
Según la opinión de la bioquímica Ana Thea, docente investigadora de la Universidad Nacional de Misiones, hay que seguir disfrutando del «hábito saludable de un buen mate, cada uno con su equipo». El hábito no debe perderse porque el mate «es un potente antioxidante, fuente de vitaminas, minerales y también un aliado en la prevención de ciertas enfermedades como la diabetes tipo II, la obesidad, enfermedades cardiovasculares y el colesterol y los triglicéridos altos».
Según la especialista, la infusión más popular «ayuda a mantener un sistema inmunológico fuerte y preparado para los diversos embates”, incluso en tiempos de emergencia sanitaria. En la página oficial del Instituto hay una serie interminable de referencias a la historia del mate, desde su nacimiento, antes de la llegada de los españoles, hasta la mención del matero más famoso, Paulo Londra, que tiene 7,5 millones de seguidores en las redes sociales. Allí se cuenta cómo el mate ha llegado a países como Siria, por ejemplo, además de la exportación de yerba criolla a varios países europeos.