En una entrevista con el Dr. Hugo D. Valderrama (Médico Neurólogo - Máster en Neurociencias. Mat. 5010), el experto explicó qué son los micro-infartos, las causas, los daños que pueden producir y cómo prevenirlos.
Un neurólogo explica las causas y cómo se pueden prevenir estos episodios graves.
En una entrevista con el Dr. Hugo D. Valderrama (Médico Neurólogo - Máster en Neurociencias. Mat. 5010), el experto explicó qué son los micro-infartos, las causas, los daños que pueden producir y cómo prevenirlos.
-¿Qué diferencias hay entre un accidente cerebro vascular de arterias más grandes y los micro-infartos cerebrales?
-A diferencia de un ACV de arterias más grandes, que presentan síntomas de forma aguda en minutos u horas , los micro-infartos cerebrales que miden menos de 1 milímetro, pueden dar síntomas si se acumulan en cantidad, de forma crónica y lenta.
-Pero si son tan pequeños, ¿de qué manera producen daño?
- Supongamos que las calles de Santa Fe serían conexiones neuronales. Si hay un pozo en una calle, voy por otra calle. Pero si cada vez hay más, impidiendo pasar por muchas calles, entonces empieza a haber consecuencias.
Nuestras conexiones neuronales tienen reserva y capacidad de soportar determinado nivel de daño, se denomina “reserva cognitiva”, pero esta tiene un límite. Micro-infartos aislados generalmente no generan síntomas, pero la acumulación progresiva puede hacerlo.
A medida que envejecemos puede haber alteraciones vasculares de este tipo, la mayoría sin repercusión, la clave esta en la cantidad, frecuencia y con qué salud mantenemos nuestro cerebro para poder soportarlos.
-¿Podemos padecer microinfartos cerebrales y no tener síntomas?
-Sí, la gran mayoría de ellos son “silentes”, esto significa que no se siente ningún síntoma en el momento que suceden, pero aparecer síntomas frente a la sumatoria de los mismos.
-¿Cómo se detectan?
-Con imágenes cerebrales, como la resonancia magnética.
-¿Cuáles son estos síntomas que pueden llegar a presentan de a poco con los micro-infartos?
-Están vinculados con el deterioro de las funciones mentales, como la memoria o el razonamiento, alteración de la conducta y capacidad para movernos. De manera lentamente progresiva pueden producir lo que se denomina demencia vascular y/o síntomas similares a la Enfermedad de Parkinson.
Los factores de riesgo para arterias grandes, también los son para las arterias más chicas: hipertensión arterial, diabetes, alteraciones en colesterol y otros lípidos, determinadas enfermedades cardíacas, tabaco, obesidad, sedentarismo y consumo excesivo de alcohol, son los principales.
-¿Sobre estos factores esta basada la prevención?
-Sí, todo lo que daña las arterias del corazón, también daña las arterias del cerebro y la de todos los órganos. Lo bueno es que más allá de la carga genética, la mayoría de estos factores son modificables por nuestro estilo de vida. Es básica la forma en que nos alimentamos y la mayoría de los argentinos lo hacemos muy mal.
-¿Por qué nos alimentamos tan mal los argentinos?
-Analizándonos como población general, la mitad de los adultos argentinos es hipertenso y nos pasamos por dos veces la cantidad de sal que ingerimos. Uno de cada tres tiene colesterol elevado y uno de cada diez es diabético, comemos exceso de azúcar, grasas trans y saturadas. Acorde a esta pésima alimentación, 1 de cada 3 es obeso y 2 de cada 3 tiene sobrepeso, debido a la dieta hipercalórica que consumimos.
-¿Cómo hacemos para mantener la salud de nuestro cerebro?
-Ejercicio físico aeróbico diario, nutrición adecuada, una vida social saludable placentera y darle a nuestro cerebro objetivos. Otro punto es es el entrenamiento de todas nuestras funciones mentales, lo que denomino “balance cognitivo”, es decir, estimular no sólo las funciones cognitivas que tenemos ejercitadas por nuestro trabajo o actividad diaria, sino todas ellas, para tener reserva cognitiva en cada una.
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