El neurocientífico, hoy también político, Facundo Manes repitió en los medios en 2020 en plena pandemia por el covid-19 una frase que parece tener grandes visos de verdad: “Podemos salir mejor o peor, depende de nosotros”. Con los barbijos guardados en un cajón, todo parece indicar que las cosas empeoraron. A nivel mundial, apareció otro problema como la guerra en Ucrania que afecta a todo el planeta en mayor o menor medida a nivel inflacionario. Y a nivel individual, también se ven problemas de salud mental que se han agudizado y que en algunos casos no se vayan a resolver en el corto plazo.
Celina Pochettino, psicóloga titular de la Dirección Provincial de Salud Mental de Santa Fe, habló con Mirador Provincial sobre estas patologías que permanecen en 2022 tras los dos años de aislamiento social.
-¿Cómo ves en general este año con todas las patologías mentales que se arrastraban de la pandemia?
-La pandemia sin duda vino a profundizar dolores y sufrimientos. Sabemos que los problemas vinculados a la salud mental nos afectan a todos y a todas no de manera igual. Nos afectan de manera colectiva y de manera singular. Nos exigió distanciarnos para cuidarnos que es todo lo contrario de lo que uno podría sugerir con las pautas de cuidado de salud mental. Que implican estar cerca de nuestros referentes afectivos como un modo de cuidado.
Además la pandemia aceleró los sufrimientos vinculados a la salud mental. Nos confrontó a pérdidas de distinto tipo. Pérdidas personales, duelos. Y también a una crisis socio-económica que se profundiza y que sigue teniendo repercusiones claras respecto de la subjetividad de las personas. Es un desafío como toda crisis para repensar nuestros modos de organización y de cuidado. Hoy estamos cursando aún sin duda las consecuencias de esta situación que nos deja teniendo que revisar cómo nos cuidamos. Estamos escribiendo un plan provincial de salud mental participativamente. Atendiendo las particularidades de las distintas regiones y poblaciones de nuestra provincia. Hay un contexto social muy complejo que nos lleva a revisar los modos en los cuales vivimos y nos cuidamos.
Mirá tambiénComenzó el mes de la prevención del suicidio y abren un registro en el hospital Cullen-¿La gente que sufrió problemas psíquicos en la pandemia es probable que los arrastre estos próximos años o de por vida?
-Cualquier persona puede sufrir una crisis, un agravamiento de una situación de salud mental. No son de por vida. Sí tienen tratamiento posible. En ese punto, es muy importante poner en claro que hace falta poder contar con los equipos de salud. Los problemas de salud mental tienen un abordaje posible. Hay que facilitar que las personas que están sufriendo, o los familiares que tienen alguien que está sufriendo puedan acceder al sistema de salud por sus distintas puertas de entrada para acompañar a alguien que sufre una situación de salud mental. Un diagnóstico de salud mental no define a una persona. No tiene que ser para toda la vida. Una situación crítica puede tener una resolución y una salida. Claro que hay respuestas para estas situaciones.
-¿Cuáles son las patologías que han aflorado en estos años tan complicados?
-Cualquier persona puede tener una crisis muy aguda y eso no lo define, pero sí requiere un tratamiento. En este tiempo de crisis vinculada a la pandemia y de crisis socio-económica que agrava los problemas, advertimos muchísimas situaciones vinculadas a los duelos, a las depresiones, a las angustias, a las crisis subjetivas que se presentan de muy diversas maneras. Vinculadas a los consumos problemáticos, a la dificultad en los lazos sociales, a quedarse encerrado, solo, aislado. Todos son problemas complejos que requieren respuestas complejas. Trabajamos muy fuerte para que el sistema de salud pueda estar más accesible a la población. En toda su complejidad. El sistema público, los otros subsectores, el sistema privado y el de la seguridad social. Hay muchos estigmas respecto a poder pedir ayuda, a poder asumir que hay un sufrimiento y los modos de abordar.
-¿A nivel provincial hay alguna carencia para que ustedes puedan trabajar?
-Leyes tenemos. Tenemos marcos normativos muy importantes. Nuestra Provincia de Santa Fe tiene una ley de salud mental desde el ’91, reglamentada en 2007, que fue pionera en reorganización del sistema de salud. Y fue antecedente de la ley nacional de salud mental, marco normativo que nosotros consideramos muy importante. Del cual es importante aclarar que para nosotros el problema no es la ley. Al contrario, es una ley respetuosa de los derechos de las personas, cuidadosa de las condiciones del tratamiento. Es una ley que permite internar. Solamente le pone condiciones a la internación que es una medida de cuidado cuando una persona está en condiciones graves y requiere cuidados extremos. Lo que resta aún es la implementación de la ley. Y por eso desde el área que me toca, creemos que tenemos que tener un plan concreto de cómo implementar esta ley. Que estemos escribiendo un plan no quiere decir que no tengamos un plan y que ya hayamos implementado varias acciones al respecto. Por ejemplo, sumar equipos interdisciplinarios en las guardias de los hospitales generales de nuestras grandes ciudades. Santa Fe, Rosario, Rafaela.
Sí falta trabajarlo culturalmente porque el problema de salud mental requiere transformar el modelo manicomial en un modelo de salud integral y comunitario. Los problemas de salud mental los tenemos todas y todos. Claro que algunos lo padecen más gravemente. Hace falta una política interministerial. Estamos trabajando en mesas interministeriales este plan porque incluye lo habitacional, lo laboral.
Septiembre es el mes de la prevención del suicidio. “El intento de suicido es una problemática que nos ocupa”, comentó Pochettino. “Trabajamos con el Ministerio de Salud de la Nación en tener un programa de generar instancias de prevención y de hablar de este tema. Es uno de los modos en que se presenta el sufrimiento”.