Un adolescente de 14 años falleció a causa de un shock séptico por "streptococcus pyogenes", aunque inicialmente se sospechó que fuera dengue pero fue descartado, informó la Dirección de Epidemiología y Bioestadística de San Luis.
Después de varios diagnósticos fallidos, entre ellos dengue, el joven falleció a raíz de un shock séptico.
Un adolescente de 14 años falleció a causa de un shock séptico por "streptococcus pyogenes", aunque inicialmente se sospechó que fuera dengue pero fue descartado, informó la Dirección de Epidemiología y Bioestadística de San Luis.
El reporte epidemiológico relata que el paciente fue atendido en el Hospital de El Trapiche por primera vez el sábado pasado debido a un cuadro febril y el personal médico le recetó un antitérmico y fue enviado a su hogar.
Al día siguiente, experimentó vómitos persistentes, lo que lo llevó nuevamente a la atención médica, donde le realizaron análisis de rutina, pero el paciente fue enviado de nuevo a casa.
Al persistir los síntomas, el lunes pasado se realizó una consulta en el Hospital Pediátrico de la ciudad de San Luis y le diagnosticaron "sepsis", quedó internado y comenzó un tratamiento con "Ceftriaxona y Vancomicina".
"Debido a la gravedad del estado y los signos de shock, se decidió la intubación y su traslado a la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos (UTIP). Se tomaron muestras que fueron procesadas por el Laboratorio de Salud Pública para hemocultivos y se realizaron pruebas para Dengue y Chikungunya, las cuales resultaron negativas", informaron.
En tanto, el martes ambos hemocultivos se lograron aislar y revelaron la presencia de Cocos Gram+ en cadena y posteriormente fueron identificados como "Streptococcus pyogenes".
A pesar de los esfuerzos médicos, el paciente no logró recuperarse y falleció este miércoles a las 20.40
Ante estos resultados, el Servicio de Bacteriología fue notificado para que derive las muestras al ANLIS-Malbrán con el objetivo de realizar una tipificación más detallada de la bacteria, según el reporte.
El Ministerio de Salud de la Nación en su página web explica de manera detallada que el Streptococcus pyogenes es una bacteria de las cuales existen unos 80 serotipos diferentes.
Entre las enfermedades más frecuentes que causa se encuentran la angina y las infecciones de la piel. Se presentan principalmente en niños de entre 4 y 10 años, durante la primavera y el otoño. Puede afectar también a las personas adultas.
Otras enfermedades que puede producir son la escarlatina, erisipela (infección de la piel), otitis media y fiebre puerperal.
Aunque son poco frecuentes puede generar infecciones graves, como neumonías, meningitis, infecciones del oído (mastoiditis), flemones de la garganta (periamigdalitis), bacteriemias (bacterias en sangre), osteomielitis (infección de huesos); y en raras ocasiones infecciones graves de la piel y otras complicaciones con elevada mortalidad.
Algunos pacientes pueden presentar infecciones más graves porque existen bacterias con una mayor capacidad invasora, capaces de liberar toxinas desencadenando el llamado síndrome de shock tóxico estreptocócico.
Los síntomas más frecuentes de la angina son: fiebre, dolor de garganta o al tragar, y agrandamiento de ganglios del cuello.
En el caso de las infecciones superficiales de la piel, se puede presentar: fiebre, dolor localizado en una zona, enrojecimiento y si progresa ampollas pequeñas y algunas costras.
Desde el Ministerio se recomienda consultar al médico ante la aparición de fiebre (temperatura corporal mayor a 37°8) acompañada por alguno de los siguientes síntomas:
a) dolor de garganta.
b) dolor localizado en la piel con enrojecimiento y/o ampollas pequeñas.
Si es posible para evitar el contagio, se recomienda efectuar la consulta médica en el domicilio o en lugares con poca circulación de personas. De lo contrario concurrir al centro de salud más cercano.
Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón.
Limpiar y ventilar todos los ambientes a diario.
Mantener reposo si hay síntomas. No asistir al trabajo o a la escuela mientras duran los síntomas.
No automedicarse.
Toser o estornudar sobre el pliegue del codo o sobre un pañuelo descartable para evitar el contagio de otras personas.
En cuanto al tratamiento desde la institución explican en su página que es con antibióticos, los cuales deben ser indicados por un médico.
Es importante no automedicarse, ni abandonar o acortar los tratamientos antibióticos, dado que predispone a mayor cantidad de recaídas y/o complicaciones.