Parto respetado: derechos para dignificar el proceso de dar a luz
Los métodos para traer un bebé al mundo deben contemplar las necesidades emocionales de la madre y los tiempos del bebé. Algunas mujeres optan por parir en sus casas. ¿Cómo saber si es una alternativa correcta para cada embarazo?
Gentileza Natalia Roca Antonela Alassia decidió dar a luz a su bebé en su domicilio y rodeada de su entorno familiar.
El nacimiento de un hijo suele ser uno de los momentos más movilizantes que atraviesan los padres, más aún la mujer que va a parir. Pero a veces se producen situaciones de violencia obstétrica que empañan y dejan con un gusto agridulce el momento. Es por esto que muchas madres comienzan a interiorizarse sobre las posibilidades de vivir un parto respetado.
En Argentina, la Ley de Parto Respetado se sancionó en 2004 pero rige desde 2015. Tiene como objetivo respetar los derechos de los padres y la persona recién nacida, no sólo en el momento de dar a luz, sino durante todo el embarazo, trabajo de parto, parto y postparto.
"Cuando la red de parto humanizado habla de parto respetado se refiere a un parto donde se respetan los tiempos de gestación, fisiológicos del nacimiento, del corte del cordón, de piel con piel de madre y bebé. Pero por sobre todas las cosas, hablamos de respetar la ley conocida como 'Ley de Parto Respetado', que en realidad se llama 'Ley de los padres y del niño al momento de nacer' y es la 25.929", explicó a Osea la representante de Parto Respetado en Santa Fe, Claudia Barreyro.
También se habla de "parto humanizado", pero Barreyro aclaró que este término es erróneo. "En un momento Michel Odent (famoso obstetra francés) lo nombró como biológico, ancestral. Pero se tergiversó porque muchos profesionales dijeron: 'Yo no soy deshumanizado con mis pacientes'. Entonces se confundió parto humanizado con parto respetado. Diría que nos deberíamos olvidar del término 'parto humanizado' para centrarnos en la idea de parto respetado".
Ser madre en la sala de casa
Un parto respetado también puede ser domiciliario y esa es la historia de Antonela Alassia, quien optó por tener a su hijo en su casa. "Decidí tener un parto en el hogar porque me daba miedo la institución. Nunca me interné ni operé y me empecé a informar sobre esta opción. Viví en Córdoba Capital y allá eran muy común los partos en las casas; entonces empecé a contactarme con parteras y con distintas familias que habían tenido esa experiencia, fuimos charlando y compartiendo. Cada vez que iba teniendo más información, con mi pareja estábamos más convencidos de que queríamos eso para nosotros", contó.
Para desmitificar cómo se lleva un embarazo cuando se decide tener al bebé en casa, Antonela comentó que los cuidados y chequeos médicos son los mismos que se realizan cuando se elige tener un parto en un hospital o sanatorio. Sin embargo, aclaró que para optar por esta alternativa "generalmente debe ser un embarazo sano".
La preparación para el momento de parir en casa "fue bastante larga, no fue de un día para el otro", comentó Alassia. Durante las casi 40 semanas de gestación "fuimos buscando información, viendo los pros y los contra, sabiendo qué hacer y en qué momento si al final teníamos que recurrir a una institución, y buscando las personas capacitadas para que nos acompañen. Fue un trabajo personal de empoderamiento, autoreconocimiento y confianza en el propio cuerpo. Además leímos libros de relatos de partos. Vimos experiencias que salían mal, que terminaban recurriendo a la institución, y otras bien", confesó.
"Conocer nuestros derechos"
La Ley de Parto Respetado lleva años sancionada, pero aún muchas mujeres siguen sufriendo violencia obstétrica en las instituciones públicas y privadas. En algunas ocasiones, los profesionales que atienden un nacimiento vulneran los deseos de madres que quieren tener a sus hijos por partos vaginales, sin anestesia epidural, o apuran los tiempos del trabajo de parto. Ante estas situaciones, Belén Baragiola, mamá que tuvo a sus dos hijos en un parto respetado, cuenta que lo esencial es "que uno conozca sus derechos para poder saber lo que es un parto respetado, y esto tiene que ver con lo que también desea la mujer para sus hijos y sus nacimientos".
En cuanto a su experiencia reconoce que "cuando estás embarazada planificás o idealizás el nacimiento; muchas veces no se da así, porque van pasando cosas que lo van modificando. Sí, lo planeé de una manera, pero no se terminó dando así, sino que fue mucho mejor", narró.
Gentileza Belén Baragiola es asistida durante su parto en una institución médica.
Belén Baragiola es asistida durante su parto en una institución médica.Foto: Gentileza
Para que un parto de estas características pueda tener un buen desenlace el equipo médico debe respetar los deseos de la madre, pero ella también tiene que escuchar las sugerencias de los profesionales. "Tuve mucha suerte e información, siempre dejé en claro lo que yo deseaba y respeté al profesional también. Mis dos partos fueron vaginales, pero siempre supe que si el médico me decía que debía hacerme una cesárea iba a acceder, porque era necesaria", cerró.
Cada 31 de agosto es el Día de la persona que gesta y de la obstetricia, una oportunidad para reafirmar el compromiso de trabajar fuertemente en la promoción y protección de los derechos humanos en el embarazo, parto y nacimiento.