La crisis económica que atraviesa el país golpea duramente el bolsillo de las familias que deben buscar diferentes estrategias para poder llegar a fin de mes. Con una inflación que sigue en los dos dígitos, surge la pregunta: ¿es posible una alimentación saludable?
En este marco, la médica nutricionista Silvana Ferreyra, planteó que “la alimentación siempre fue un tema complejo, aunque hoy se ve agravado por la situación financiera de los hogares, dificultando la posibilidad de acceder a ciertos alimentos”.
Elegir alimentos saludables en reemplazo de productos procesados.
Como uno de los puntos claves, la profesional habló de la necesidad de lograr una “organización y planificación” de la alimentación individual y familiar. Y en este sentido, destacó que se “deben seleccionar alimentos saludables en reemplazo de algunos productos procesados, optando, por ejemplo, por las legumbres que son muy nutritivas y que muchas veces no están incorporadas en nuestra dieta; con las cuales se pueden elaborar muchos platos, sobre todo para esta época de temperaturas más bajas”.
“Todo lo que uno pueda hacer en casa va a ser mucho más nutritivo que lo industrializado, como las masitas. Sabemos que se requiere de tiempo y que muchas veces no lo tenemos, pero el ahorro en salud y económico es muy marcado”, puntualizó.
Carnes, frutas y verduras
Entre los alimentos que más han aumentado aparecen las carnes, frutas y verduras, lo que hace cada vez más difícil incluirlos en la alimentación diaria. Una alternativa propuesta por la nutricionista es buscar las frutas y verduras de estación, que pueden conseguirse a un precio más acorde, y vincularse con emprendedores o huerteros que tengan ofertas o promociones. “Sabemos que las frutas y verduras no se pueden reemplazar y deben formar parte de nuestra alimentación cotidiana. Por eso, en estas épocas de crisis, lo que recomendamos es dejar de comprar algunos productos ultraprocesados y destinar ese dinero a estos alimentos”, indicó.
Entre los alimentos que más han aumentado se encuentran las frutas y verduras.
En cuanto a las carnes, explicó que se pueden reemplazar o complementar con las legumbres, incluso con preparaciones conjuntas. “Volvemos a la necesidad de organizarnos y establecer la porción que vamos a consumir, porque muchas veces las personas estamos acostumbrados a comer mucha carne, más de la que corresponde”, puntualizó.
Bajo peso y obesidad
Ferreyra remarcó que, desde hace tiempo, vienen observando consecuencias de la mala alimentación, ya sea por obesidad o bajo peso. “Estas situaciones se van incrementando en estos momentos económicos, ya que los productos que terminan siendo más accesibles o que se encuentran de oferta, son lo que menos nutrientes aportan y que mayores problemas generan”, detalló, añadiendo que los nutricionistas trabajan muchos estos aspectos, desde la educación, tanto en consultorio, escuelas, instituciones, como así también en actividades abiertas a la comunidad, pero muchas veces, toda esa información que se brinda termina atravesada por las posibilidades de cada uno de los hogares.
“Nosotros recomendamos tres frutas diarias y la verdad en estos tiempos es complicado. Por eso ahora decimos que se consuma lo que más se pueda; si no se llega a tres, al menos una, que obvio es mejor que masitas, alfajores y demás productos, pero no lo decimos desde una mirada estética, sino de salud”, enfatizó.
Sectores más golpeados
La profesional, quien desde hace años también trabaja con familias vulnerables, marcó las dificultades que tienen para poder cubrir sus necesidades alimenticias, incluso para poder acceder a productos que poco tiempo atrás eran más económicos y que han sufrido aumentos considerables como ser los fideos o el arroz. “Vemos que hoy las cantidades que pueden adquirir son menores, por eso los comedores e instituciones que ayudan en los barrios terminan cumpliendo un rol muy importante, más allá de que muchas veces tampoco estos espacios logran cubrir con la demanda”, aseveró.
“Tenemos una base alimentaria que no es buena y con todo esto se agrava mucho más, generando consecuencias muy importantes en la salud, la educación, el trabajo”, sentenció.