Lunes 17.5.2021
/Última actualización 6:48
"La hipertensión arterial es una enfermedad silenciosa, sin síntomas. Más allá de causas hereditarias, los hábitos de vida favorecen su manifestación. La falta de ejercicio físico, la obesidad abdominal; el exceso del usos de la sal y el sodio en conservas y procesados; el stress cotidiano; el tabaquismo; los trastornos del sueño y en las mujeres la menopausia, son múltiples factores que lo favorecen", explicó el doctor Miguel Sangiovanni, con máster en Hipertensión Arterial y Mecánica Vascular de DIM Centros de Salud,
Por su lado, Carlos Reguera, médico cardiólogo y Jefe de Medicina Preventiva y Cardiología de INEBA, declaró que "se lo considerada el principal factor de riesgo cardiovascular. Trabajar en su prevención es uno de los aspectos más relevantes que podemos hacer desde el sistema sanitario. Incluso en estos momentos de pandemia es sumamente importante mantener los controles".
A más de un año del comienzo de la pandemia de coronavirus, "sabemos que la hipertensión supone mayor riesgo de padecer formas severas de Covid-19", continuó.
La hipertensión arterial es una enfermedad crónica que afecta a más del 25-30% de la población a nivel mundial; entre las personas afectadas, un número importante no están tratadas y de aquellas que reciben tratamiento más de la mitad no tienen las cifras de tensión controladas.
Uno de los problemas que tiene la hipertensión es que es "silenciosa", se puede cursar sin síntomas durante mucho tiempo.
"En nuestro país el 38,8% de los hipertensos desconocen su enfermedad, el 55,5% están bajo tratamiento y solo el 24,2% se encuentran bien controlados. La presión puede variar", indicó Reguera.
Desde otro punto de vista, la Sociedad Argentina de Nefrología (SAN) recordó que la hipertensión arterial es la segunda causa de enfermedad renal crónica a nivel global.
Nueve de cada diez personas con Enfermedad Renal Crónica (ERC) en etapas de 3 a 5 sufren de hipertensión, indicó la SAN al subrayar la necesidad de extremar las medidas de cuidado del sistema circulatorio.
El coordinador de los grupos de trabajo de la SAN y secretario del grupo de trabajo de Hipertensión Arterial y Daño Vascular, Carlos Blanco, dijo a Télam que "la hipertensión arterial es una enfermedad crónica que representa un serio problema de salud pública en los países desarrollados y es considerada uno de los principales factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares, como el infarto de miocardio, los accidentes vasculares cerebrales o la insuficiencia cardiaca, así como también es la segunda causa de enfermedad renal crónica a nivel global".
Y continuó: "La prevalencia de la hipertensión arterial es similar a la de gran parte de los países, afectando a más del 25-30% de la población; en cuanto a la enfermedad renal, a nivel global y también en nuestro país, se considera que un 10% de la población tiene algún tipo de patologías con compromiso renal", mencionó.
Respecto de la incidencia de la pandemia de coronavirus en el abordaje de estas enfermedades, Blanco resaltó que "fue significativo, dado que los hipertensos y los enfermos renales, en particular los enfermos renales crónicos que reciben tratamiento de diálisis en cualquiera de sus dos variantes o los que están trasplantados, son pacientes de riesgo de tener grados moderados y/o severos de enfermedad por Covid 19".
Los especialistas coinciden en cuanto a las medidas de prevención que se deben tomar para evitar la hipertensión arterial.
Virginia Busnelli, médica especialista en nutrición y directora del Centro de Endocrinología y Nutrición (CRENYF), indicó que "el excesivo consumo de sodio en la actualidad es el principal factor a trabajar cuando hablamos de prevención de esta enfermedad", por lo que recomendó "disminuir el agregado de sal de mesa en las preparaciones y platos de comida y el consumo de alimentos procesados y ultraprocesados".
Entre otros hábitos saludables, consideró los controles médicos regulares, la incorporación de más frutas, verduras, cereales integrales y legumbres a la dieta cotidiana, así como también la realización de actividad física de forma periódica y no fumar.
Desde la SAN agregaron "consultar con el médico cómo tomarse la presión arterial en casa, mantener un registro de su presión arterial diaria y mostrarlo al profesional en cada visita, tomar los medicamentos para la presión arterial exactamente como los prescribió el médico, aun cuando se sienta bien; informar al médico tratante sobre cualquier efecto colateral del medicamento e informarse todo lo posible sobre su tratamiento".
Sangiovanni hizo hincapié en evitar el sedentarismo -"caminar a paso vivo 30 minutos cinco veces a la semana como mínimo"-, manejar la ansiedad mediante la práctica de la meditación o simplemente escuchar música para bajar el ritmo cotidiano.
"Esta es una enfermedad presente en cualquier edad, más aún con tantos niños obesos y sedentarios con uso precoz de cigarrillos que prevalece en la actualidad", concluyó.
En coincidencia con el Día Mundial de la Hipertensión Arterial, comienza hoy la quinta edición de la campaña "Conoce y Controla tu Presión Arterial 2021" (CyC) de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA), una iniciativa que se propone que todos los mayores de 15 años conozcan sus valores y, en caso de superar los parámetros saludables, consulten a un médico para su tratamiento.
La actividad se extenderá hasta el 14 de septiembre, día que fue instaurado por la SAHA como el Día Nacional del Hipertenso por la analogía de la fecha (14/9) con los valores de presión a partir de los cuales se considera hipertensión (140/90 mmHg).
Al igual que el año pasado, la medición será en forma remota y debe ser realizada por cada familia en su domicilio y se recomienda que se haga con tensiómetros automáticos, que son los recomendados por la precisión de sus resultados.
Ingresando al link http://www.saha.org.ar/conoce-y-controla, se pueden completar los datos de las mediciones en forma anónima y se accede también a información importante sobre los riesgos asociados a la hipertensión, que es el principal factor de riesgo para desarrollar un accidente cerebrovascular (ACV) y el segundo en importancia para sufrir un infarto.