Tensionar la mandíbula y apretarla hasta hacer rechinar los dientes es una acción más frecuente de lo que muchos creen y tiene consecuencias directas en la salud. En el país, uno de cada diez argentinos de entre 20 a 50 años padece bruxismo, según la Confederación Odontológica de la República Argentina (CORA).
Mirá también"A veces duele hasta el pelo": dolor u opresión sobre la cabeza y cuelloAunque la causa específica no está del todo clara, los expertos normalmente vinculan esta dolencia con el estrés, la ansiedad y los problemas de sueño, entre otros factores que pueden intervenir en su aparición.
En ocasiones es posible que no se requiera tratamiento, sobre todo cuando se trata de casos leves. Sin embargo, en algunas personas el bruxismo puede ser frecuente y lo suficientemente intenso como para producir diversos trastornos.
Qué es el bruxismo
"El bruxismo es un acto inconsciente de morder, de apretar la mandíbula, generalmente de noche, pero a veces también se hace de día. Consiste en apretar los maxilares y contraer los músculos masticadores sin darnos cuenta", explicó el odontólogo José Luis Sañudo, a El Litoral.
Las consecuencias que trae el bruxismo son varias: desgastes dentarios, lesiones en los cuellos de los dientes, retracción de encías o periodontitis. Esto hace que aparezcan otros problemas como sensibilidad dentaria y otras más grave es que los dientes se aflojen, inclusive puede provocar la muerte de un diente debido al apretamiento "ya que cuando mordés toda la irrigación sanguínea puede estar afectada y eso repercute en la pulpa dentaria -que es lo que popularmente se conoce como nervio-", puntualizó Sañudo.
Por otro lado también contó que "se pueden producir fracturas dentarias, a partir de las cuales, sí son importantes podría estar indicada la extracción de la pieza dentaria".
"Si tenemos un bruxismo de nivel alto, es bastante problemático. Dentro de las complicaciones fuera de la boca puede ser la fatiga o el dolor de los músculos masticadores, el dolor de la articulación temporomandibular, que une la mandíbula con el cráneo, dolor de oídos, de cabeza, migrañas y dolor cervical", remarcó Sañudo.
Mirá tambiénUn misterioso trastorno cerebral desconcierta a los médicos Por lo general, es un hábito nocturno y por eso la persona no se da cuenta, pero también puede aparecer en horas de vigilia o en forma mixta.
Cuáles son sus causas
Hay dos tipos de causas, funcionales y psicológicas. En el primer grupo, se da por contacto prematuro que es por movimiento dentario o por alguna restauración odontología que provoca que al morder algunos dientes tocan uno o dos lugares antes que el resto.
Sin embargo, el profesional hace hincapié en el segundo grupo porque explica que el bruxismo tiene un fuerte componente emocional. Y, en este sentido, lo define como una descarga del estrés, la tensión y la ansiedad.
"Mi cuerpo está apretando los dientes, ese apretamiento de dientes responde a un programa biológico, a una información que yo le doy al inconsciente para que apriete, desde este punto de vista podemos pensar por qué mi cuerpo está apretando los dientes y podemos suponer que puede ser provocado por un objetivo que no logró atrapar, broncas, enojos, problemas que no puedo resolver, etc". A partir de ahí Sañudo sostuvo que es importante "darse cuenta que esta es una oportunidad de cambio interno, al identificar cuál es el problema o la causa que me está produciendo el bruxismo y buscar la manera de resolverlo".
Tratamiento
En cuanto al tratamiento el profesional sostiene que debe ser integral . Por un lado, el odontólogo corrige los daños que puede estar causando el bruxismo en la boca y se indica el uso durante la noche de una placa de acrílico.
Pero para complementar es necesario dar solución al origen del problema. Sañudo enumeró algunos tips a tener en cuenta:
1. Descubrir por qué bruxamos, cuáles son las posibles causas
2. Si es emocional, se debe atender esa causa y tratarla, con psicólogo, meditación, etc
3. Hacer actividad física alejado de la hora de sueño
4. Acostarse temprano para poder descansar bien
5. Cenar temprano y en lo posible no incorporar la proteína animal porque genera una digestión dificultosa
6. Masajear la zona de la mandíbula, los músculos maseteros con un aceite esencial de lavanda
7. Disminuir el uso de pantallas, especialmente un par de horas antes de ir a dormir
8. Tomar infusiones relajantes antes de dormir: melisa, tilo, pasionaria, valeriana, etc.
El objetivo es poder ir a dormir relajado, un objetivo difícil de cumplir en la sociedad que vivimos, en donde estamos a full todo el tiempo.
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