Sábado 7.5.2022
/Última actualización 23:01
Si se observan los gráficos que representan la notificación de casos de Infecciones de Transmisión Sexual que elabora el Ministerio de Salud de la Nación con datos de todos los distritos provinciales se podría llegar a una conclusión engañosa: la tasa de sífilis, por tomar una de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), fue de 22,83 cada 100 mil habitantes en 2020 contra 56,13 en 2019, año en que ya se observaba un fuerte aumento respecto del año anterior (34,69).
¿Hubo menos casos de esa enfermedad en el mismo año en que se declaró la pandemia? No, lo que hubo es un subregistro por efecto de la menor concurrencia de la población a los centros de salud y de la mayor concentración de esfuerzos y recursos en la atención de la Covid-19.
Pero la sífilis no es la única ITS. Un informe de la Sociedad Argentina de Ginecología Infanto Juvenil advierte que la secreción genital purulenta -que puede ser signo de una infección de la vagina y/o del cuello del útero o de una infección genital alta-, presentaba en 2019 una tasa de 11,7 casos cada 100 mil personas, y pasó a 7,1 cada 100 mil habitantes en 2020, con caída interanual del 39,3%", también por efecto de las modificaciones asociadas a la pandemia por Covid.
Como se dijo, el registro nacional se alimenta de datos de todo el país, así que Santa Fe no escapa a esa realidad. Con una disminucion notable de casos de coronavirus y un alto porcentaje de cobertura en la vacunación, la consigna que se impone en este momento es "salir a testear". Así lo expresó Gerardo Perafán, jefe del Programa de VIH, ETS y TBC.
"La tasa de sífilis cada 100 mil habitantes viene en aumento, sobre todo en personas jóvenes" afirma el médico que desde hace más de 20 años se dedica a este campo de la medicina. "No es que en 2020 hubo menos casos sino que no se diagnosticaron por la pandemia, al igual que en 2021 y ahora que se abrió todo (es decir, que no está restringida la circulación ni concentrada la atención en los centros de salud) ese número va a empezar a crecer".
En la explicación a este incremento de casos, Perafán encuentra dos hipótesis: "bajó el uso del preservativo" y "se perdió el miedo a las enfermedades de transmisión sexual. Y eso ocurre a nivel mundial".
"El preservativo fue en su momento un método anticonceptivo. Con el advenimiento de métodos modernos, con menos efectos adversos para la mujer, se abandonó su uso. Pero sigue siendo un método de barrera cien por ciento efectivo para prevenir las enfermedades de transmisión sexual".
Desde el Ministerio de Salud de la provincia se distribuyen por mes más de 300 mil preservativos destinados a efectores de todo el territorio.
Como en febrero llegaron en menor cantidad desde la Nación, la provincia hizo una compra para asegurar que este elemento, fundamental para prevenir ITS, además de embarazos, esté disponible.
Ahora, con menos circulación de coronavirus, el objetivo es poner en marcha una intensa política de testeo, tanto de HIV como de sífilis. "Vamos a capacitar al personal de salud para realizar estos exámenes. Sólo hace falta una gota de sangre y en 10 minutos está el resultado", describió el funcionario mientras evaluó como prioridad a las personas gestantes para disminuir la incidencia de sífilis congénita.
Pero si el tema tiene más impacto en la población joven, la premisa será trabajar con todos los ministerios en forma coordinada. "Este es un problema cultural que tenemos que abordar entre todos, con una información clara y precisa entre los ministerios que trabajan en relación con las juventudes y las infancias para que transmitan un concepto fundamental como es entender que lo mejor que te puede pasar es estar sano".
"La sexualidad con responsabilidad proporciona alegría y placer y la sexualidad sin responsabilidad trae enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados", definió, categórico, Perafán.
Volviendo al análisis que realiza la Sociedad Argentina de Ginecología Infanto Juvenil la mayor proporción de pruebas positivas de sífilis durante el 2020 corresponden al grupo de 15 a 24 años: "El inicio de relaciones sexuales a edades más tempranas, la promiscuidad, las conductas de riesgo asociadas al consumo de sustancias (drogas ilícitas, alcohol) y la utilización de métodos anticonceptivos de corta y larga duración (que cada vez se apunta a que sean más cómodos, seguros y confiables), para evitar embarazos no deseados, pero que generan cierto exceso de confianza", son factores asociados a este grupo de riesgo.
¿Por qué son necesarios los testeos? Porque hay un porcentaje de la población que no sabe que tiene una ITS.
Perafán pone el ejemplo del HIV y señala que las personas que tienen un diagnóstico temprano y siguen el tratamiento, logran una calidad de vida muy parecida a las personas no infectadas. Y si tienen carga viral indetectable no transmiten el virus.
"En el sector público, más del 90 % de las personas que viven con el virus y se atienden en este sistema reciben su tratamiento". Son unas 5000 personas que representan alrededor del 65 % de esa población específica. Hay un 35 % que pertenece al sector privado.
Pero hay un porcentaje que no figura ni en uno ni en otro registro y representa a quienes desconocen su diagnóstico. "Nosotros tenemos que llegar a todo el universo", dice Perafán, a través de tests rápidos, accesibles y anónimos. Esa es una de las metas que nos pusimos".