La propagación de la variante Delta del coronavirus hizo que el umbral de inmunidad de rebaño supere con creces el 80% y se acerque potencialmente al 90%, según una sesión informativa de la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de América celebrada el martes en los Estados Unidos.
Esto representa una vara “mucho más alta” que las estimaciones anteriores del 60% al 70%, porque Delta es el doble de transmisible, dijo Richard Franco, profesor adjunto de la Universidad de Alabama, en Birmingham. “Cada vez está más claro que se trata de un virus muy peligroso, mucho más peligroso que el original”, dijo Franco.
La inmunidad de rebaño se basa en la idea de que cuando un determinado porcentaje de la población se ha vacunado contra el virus o adquiere inmunidad por una infección previa, ayuda a proteger a la población en general y a reducir la transmisión.
La inmunidad de rebaño (también llamada inmunidad de grupo o inmunidad colectiva) es la protección indirecta contra una enfermedad infecciosa que se consigue cuando una población se vuelve inmune. Con la vacunación completa contra el COVID-19 se busca reducir casos graves y muertes, y alcanzar la inmunidad de rebaño para reducir la circulación del coronavirus y controlar la pandemia.
A más de un año y medio del inicio de la pandemia, solo el 14,7% de la humanidad ya accedió al esquema completo de vacunación. Esa limitación en el acceso a las vacunas y la aparición de variantes como Delta impedirá que la inmunidad de rebaño se alcance en el corto plazo, según advierten expertos en epidemiología y virología.
Tenés que leerPara Martorano, en Santa Fe la variante Delta será comunitaria a fines de agostoTras las demoras en la aplicación de las vacunas (en los países con menos ingresos, sólo el 1,1% accedió al menos a una dosis), el coronavirus se siguió propagando por el mundo y se aumentaron las chances para que surjan diferentes variantes.
La variante Delta del coronavirus ya fue detectada en 132 países de 5 de las seis regiones del mundo. Avanza principalmente en las personas que aún no se vacunaron. Esta combinación de factores llevará a postergar el alcance de la inmunidad de rebaño.
El porcentaje de personas que deben ser inmunes para conseguir la inmunidad colectiva varía en cada enfermedad. Por ejemplo, para lograr la inmunidad colectiva contra el sarampión es necesario vacunar aproximadamente al 95% de una población. El otro 5% estará protegido porque el sarampión no se propagará entre las personas vacunadas. En el caso de la poliomielitis, el umbral es aproximadamente del 80%.
En el caso del COVID-19, aún no se sabe exactamente cuál puede ser la nueva cifra de la inmunidad de rebaño, pero ya hay expertos que la ubican alrededor del 90%. Esa proporción obligaría a incluir a la población infantil en el acceso a las vacunas.
Según un informe del Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos, cada persona puede infectar a otras nueve si se infecta con la variante Delta. Esto significa que el contagio es entre tres y cuatro veces más de lo que se calculó en un principio.
Se han planteado diferencias entre los países desarrollados y en desarrollo. Algunos como Israel, que comenzó como líder mundial, lleva semanas estancado en alrededor de un 60% de personas con el esquema completo de vacunación. Estados Unidos ya vacunó con el esquema completo al 60,4% de la población mayor de 18 años. En cambio, para los países en desarrollo, la vacunación está rezagada y la inmunidad de grupo es una quimera.
Los embajadores de la OMS para la pandemia hicieron un llamado de atención a los líderes políticos del mundo días atrás. Proponen que se vacune al menos al 10% de la población de cada país en septiembre, y un “impulso hasta diciembre” para vacunar al 40% a finales de 2021. “Alcanzar el objetivo de septiembre significa que hay que vacunar a 250 millones de personas más en los países de ingresos bajos y medios en sólo cuatro meses, dando prioridad a todos los trabajadores sanitarios y a los grupos de mayor riesgo para salvar vidas”, sostuvieron.