Algunas de las más conocidas son la diabetes tipo 1, la esclerosis múltiple y la enfermedad de Crohn, una enfermedad crónica inflamatoria del intestino. Las enfermedades autoinmunes pueden afectar a personas en todos los grupos de edad, incluyendo a las personas jóvenes.
La misión del sistema inmunológico es protegernos contra virus, bacterias, parásitos y otros organismos, pero, a veces, comete errores: no reconoce al intruso como tal y ataca a sus propios órganos y tejidos, que pueden quedar dañados si se producen graves reacciones inflamatorias. Hay dos tipos de enfermedades autoinmunes: aquellas en las que el sistema se dirige contra un órgano concreto, como sucede con el intestino en la enfermedad de Crohn y la piel en la psoriasis. y aquellas en las que el sistema inmunológico se dirige contra todo el cuerpo, conduciendo a una enfermedad autoinmune sistémica.
Una de las más conocidas entre estas últimas es la esclerosis múltiple, en la que las vainas de mielina de las fibras nerviosas son atacadas. La lista de las enfermedades autoinmunes es larga y asusta, sobre todo porque cada vez hay más personas que las padecen. Por ejemplo, los casos de esclerosis múltiple se han duplicado en los últimos 40 años. "Observamos un enorme incremento de enfermedades autoinmunes y, desde hace unos 50 años, un notable retroceso de enfermedades infecciosas", dice a DW el pediatra Michael Radke, de la Clínica Universitaria de Rostock. "El sistema inmunitario está ‘desorientado‘ y se dirige contra su propio cuerpo", asegura.
¿Una infancia demasiado estéril?
Durante el parto natural, el bebé llega al mundo a través del canal de parto, entrando en contacto con numerosas bacterias. El sistema inmunológico aprende así a defenderse contra ellas y a neutralizar a los microorganismos. "El sistema inmunológico de un recién nacido, bebé o niño se ve obligado a enfrentarse contra las bacterias y los virus que hay en el medioambiente. Si esa lucha no está presente en su vida, no es extraño que su sistema inmunológico se extravíe y desate procesos inflamatorios en el propio cuerpo", explica Radke.
También sucede que muchos alimentos se conservan durante mucho tiempo, todas las bacterias están muertas cuando se consumen. Radke cree que también esa es una razón por la cual el sistema inmunológico de los niños no funciona bien ni hace lo que tendría que hacer: defendernos de los patógenos.
Los científicos aún no conocen del todo la razón por la cual el sistema inmunológico ataca al propio cuerpo, pero en los últimos años se han producido algunos avances en la investigación. Al parecer, la herencia genética juega un papel importante en las enfermedades autoinmunes. Ese es el caso de la esclerosis múltiple, la enfermedad de Crohn y el reuma. Otro factor importante es la alimentación: la flora intestinal influye en la aparición de distintas enfermedades autoinmunes. También los factores ambientales tienen un rol considerable: fumar, estar expuesto a sustancias químicas, la falta de vitamina D como consecuencia de una escasa exposición a la luz del sol y las hormonas. Las mujeres suelen verse más afectadas por las enfermedades autoinmunes.
El estrés causa inflamación
Los expertos advierten que no hay quedesdeñar el estrés como factor que influye en la aparición y desarrollo de enfermedades autoinmunes. Y cuanto más estrés, más a menudo aparecen los episodios de la dolencia. Las molestias suelen tratarse con cortisona, que frena los procesos de inflamación. Actualmente, muchas enfermedades autoinmunes pueden tratarse bien, aunque siguen siendo incurables. La esclerosis múltiple, por ejemplo, se trata con interferones, que hacen que el sistema inmunológico no reaccione exageradamente.
Terapia con células madre como último recurso
En Estados Unidos, los médicos confían en las terapias con células madre para tratar las enfermedades autoinmunes. Es una forma de reiniciar el cuerpo, un intento de destruir su memoria inmunológica, con el fin de interrumpir el curso de la dolencia. Los pacientes deben someterse a quimioterapia para reducir sus defensas al mínimo. Después, el sistema inmunológico vuelve a ser reconstruído con ayuda de células madre. En Alemania, ese tratamiento solo se permite cuando no hay ninguna otra solución posible, ya que es un método que reviste muchos riesgos, incluyendo la muerte.