Gastón Neffen
La contención emocional de los pacientes es clave y hay prejuicios que dificultan los tratamientos.
Gastón Neffen
gneffen@ellitoral.com
Paola Zeballos, que da charlas sobre prevención de VIH y ayuda a contener a los pacientes en el Subcomité de VIH del Hospital Iturraspe, sobre todo desde la parte emocional, le contó a El Litoral que hay personas que dejan el tratamiento antirretroviral porque tienen miedo a que los “descubran”.
“Hay pacientes que ocultan la enfermedad por miedo a la discriminación, que todavía sigue siendo muy fuerte. Cuando uno de los médicos ve que uno de ellos comienza a aflojar con el tratamiento, pro estas cuestiones, me piden que hable con ellos para que no abandonen”, contó Zeballos.
La propia historia de Paola es importante para comprender a lo que se enfrentan. “A mí me preguntaban qué baño usaba, me dejaban para lo último en los estudios médicos y me han dicho de todo”, reconoció.
A partir de la disciplina en el seguimiento del tratamiento con medicación antirretroviral, hace 13 años que no se detecta VIH en los exámenes que se realiza Paola. “Pero todavía falta avanzar mucho en la difusión. Hay gente que aún tiene miedo a compartir el mate e incluso en el contacto con una persona con VIH”, advirtió.