El Ministerio de Salud de la Nación informó que en lo que va del 2024 se confirmaron los primeros cinco casos de viruela símica, conocida popularmente como viruela del mono, en Argentina.
La también denominada “viruela símica” es una enfermedad producida por un virus, que se transmite de animales a humanos y de una persona a otra.
El Ministerio de Salud de la Nación informó que en lo que va del 2024 se confirmaron los primeros cinco casos de viruela símica, conocida popularmente como viruela del mono, en Argentina.
Hasta el momento, se evaluaron un total de 39 casos sospechosos de viruela símica. De estos, 24 fueron descartados y otros 10 siguen en proceso de investigación. Los cinco casos confirmados están distribuidos en varias provincias: uno en Buenos Aires, dos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), uno en Río Negro y el último en Santa Fe.
Todos los casos confirmados corresponden al Clado II del virus, el mismo que circula en Argentina desde el inicio del brote en 2022.
A pesar de que en Argentina no se detectaron casos de la nueva variante Clado Ib, el Ministerio de Salud continúa priorizando las acciones de vigilancia epidemiológica para la detección precoz, atención correcta e implementación de medidas de aislamiento y rastreo de contactos.
En su página oficial el organismo explica que es una enfermedad producida por un virus, que se transmite de animales a humanos y se puede transmitir también de una persona a otra a través del contacto físico piel a piel.
El período de incubación suele ser de 6 a 13 días, pero puede oscilar entre 5 y 21 días. La enfermedad a menudo es autolimitada y los síntomas generalmente se resuelven espontáneamente dentro de los 14 a 21 días.
Se transmite por contacto físico estrecho de persona a persona (por ejemplo, cara a cara, piel con piel, boca con boca, boca con piel), incluido el contacto sexual. Un mayor número de parejas sexuales puede aumentar la exposición al virus.
También puede transmitirse:
Por contacto cercano o estrecho con lesiones, gotitas respiratorias y materiales contaminados, como toallas y ropa de cama.
Una persona gestante cursando la infección puede transmitirse al feto desde la placenta, y durante o después del nacimiento a través del contacto piel con piel.
Aquellas personas que interactúan estrechamente con una persona enferma de Mpox, incluidos los trabajadores de la salud, convivientes y las parejas sexuales, corren un mayor riesgo de infección.
Se caracteriza por lesiones en la piel o mucosas. Estas lesiones pueden ser manchas rosadas planas o sobreelevadas, úlceras, ampollas o costras y generalmente producen dolor que puede ser intenso. Las lesiones pueden ser pocas o muchas y ubicarse en la piel o mucosas de cualquier parte del cuerpo, y son frecuentes en la región genital o anal.
También puede presentarse sin lesiones en la piel (por ejemplo, como inflamación aislada de la garganta o el recto).
Es importante evitar el contacto con otras personas y consultar de inmediato a un centro de salud. Suele causar fiebre, cansancio, dolor muscular o de cabeza, inflamación de los ganglios y dolor en la región genital, el ano o el recto.
Las personas con inmunidad disminuida tienen mayor riesgo de padecer formas graves.
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