Cinthia Fernández protagonizo un violento episodio en el barrio cerrado en el que vive junto a sus hijas cuando pensó que ladrones estaban tratando de entrar a robar, pero eran chicos invitados a una fiesta de 15 en la casa de al lado.
La mediática reveló que mientras festejaban un cumpleaños en el barrio privado donde vive, un grupo de jóvenes se dirigió hacia su casa y le rompieron la puerta de entrada.
Cinthia Fernández protagonizo un violento episodio en el barrio cerrado en el que vive junto a sus hijas cuando pensó que ladrones estaban tratando de entrar a robar, pero eran chicos invitados a una fiesta de 15 en la casa de al lado.
La madre de la cumpleañera denunció que la mediática irrumpió en la fiesta y les tiró gas pimienta a los menores de edad, dejando a más de uno con lesiones. Sin embargo, su versión muy diferente.
En un audio presentado en el programa “Desayuno Americano” (América) Cinthia aseguró que pensó que querían entrar para robar. Además, le rompieron la puerta sin justificativo.
Incluso su abogado dijo que “agotó todas las instancias que tenía a su alcance. Me llamó a mí y llamó a la seguridad del barrio, pero tardó en llegar”.
“Yo tiré gas pimienta atrás de un arbusto cuando estaban volviendo a mi casa para frenarlos. Todavía la guardia no había aparecido. ¿Por qué no me meten presa si supuestamente hice eso? Entiendo que se esparce en el aire, pero para el único momento que ingreso a la casa es para putear a uno de los pendejos. Jamás tiré a mansalva. Lávense la boca antes de hablar de mí”, afirmó Cinthia.
“Todo lo presenté en una denuncia. A mí no me van a ensuciar. Yo soy mamá y jamás le haría daño a una criatura. Jamás supe que era una fiesta de 15, había gente más alta que yo”, agregó la mediática.
Lejos de mostrarse arrepentida, cerró su descargo diciendo que “lo volvería a hacer mil veces. Esta vez se fue de las manos, estaban mis hijas y pensé que nos estaban choreando”.
Por su parte, el periodista Augusto Tartufoli vive en el mismo barrio y aseguró que “no la hostigan. Es una patadita en la puerta, no le tiraron la puerta abajo”.