Tras varias audiencias y el testimonio de múltiples testigos, el juicio contra Elián Valenzuela, conocido popularmente como L-Gante, llegó a un punto clave. Este jueves, en los alegatos, la fiscalía pidió que el cantante sea condenado a siete años de prisión por los cargos de privación ilegítima de la libertad y amenazas agravadas. Los hechos se remontan a una discusión ocurrida en General Rodríguez, que incluyó, según la acusación, amenazas a una mujer y el secuestro de un vecino.
"El señor Elián Valenzuela intentó solucionar las cosas a su modo, un modo que está fuera de la ley", sostuvo el fiscal Adrián Landini durante su intervención ante el Tribunal en lo Criminal N.º 3 de Mercedes. El representante de la fiscalía argumentó que los delitos cometidos por el cantante son claros y pidió una condena de siete años.
La defensa de L-Gante, por su parte, solicitó la absolución del músico, mientras que en sus últimas palabras ante el tribunal, el propio Valenzuela mantuvo su inocencia y apuntó contra los querellantes. "Estoy acá porque no quise poner dinero", aseguró el artista, quien sostuvo que todo el juicio se originó por negarse a pagar para evitar el conflicto.
"Soy inocente. El fiscal me parece una persona honorable, pero el resto de la querella tiene una imaginación de director de cine", lanzó irónicamente. Además, L-Gante expresó su frustración por la situación: "Me dedico a otras cosas, pero ahora me interesa estudiar derecho", comentó en tono sarcástico.
Las acusaciones y testimonios
El cantante enfrenta una serie de cargos que incluyen privación ilegítima de la libertad, amenazas calificadas, tenencia de estupefacientes y encubrimiento. Todo se desencadenó por un altercado ocurrido a la salida de un boliche en General Rodríguez, donde se habría producido una discusión entre L-Gante y Darío Gastón Torres, uno de los denunciantes, y su familia.
Durante el juicio, Torres afirmó que Valenzuela lo mantuvo secuestrado junto a otra mujer, Rosa Catalina Passi, y que el músico los amenazó con un arma de fuego. Sin embargo, Passi relativizó la gravedad de los hechos y no pudo confirmar si L-Gante realmente estaba armado. A pesar de esto, otros testigos complicaron la situación del cantante, como su chofer Emanuel de Marco, quien también está acusado en la causa.
De Marco declaró que Valenzuela llegó a realizar un disparo desde su camioneta, lo que habría asustado a una de las mujeres presentes. Además, Osorio, uno de los policías que intervino la madrugada del hecho, aseguró que L-Gante le dijo que resolvería el problema por su cuenta, algo que el testigo interpretó como una amenaza.
El juicio contra L-Gante ha estado marcado por la tensión y las distintas versiones que se presentaron en las audiencias. Rodrigo Avendaño, uno de los abogados querellantes, adelantó que seguiría sosteniendo la acusación, argumentando que "el delito está probado". Por otro lado, Figueroa, un testigo propuesto por la defensa, admitió haber estado en el auto del cantante durante parte del trayecto, aunque no pudo dar respuestas claras sobre lo que ocurrió después.
La sentencia se conocerá el 28 de octubre a las 12 del mediodía, en una causa que no ha dejado de generar polémicas. Mientras tanto, L-Gante sigue manteniendo su inocencia y asegura que está dispuesto a cooperar con la Justicia: "Voy a estar siempre a disposición de la Justicia. No soy un delincuente", concluyó el artista.