Silvina Luna había visitado LAM para hablar con Ángel de Brito de sus problemas de salud y de sus ganas de combatir la bacteria que tenía en su cuerpo para poder realizarse el trasplante de riñón y mejorar su calidad de vida.
La actriz había hablado sobre sus proyectos, diez días antes de su internación y posterior partida.
Silvina Luna había visitado LAM para hablar con Ángel de Brito de sus problemas de salud y de sus ganas de combatir la bacteria que tenía en su cuerpo para poder realizarse el trasplante de riñón y mejorar su calidad de vida.
Pero, según mostraron en el programa Estamos a tiempo, después dio una entrevista, que no había salido a la luz hasta ahora.
“Me pasó de que yo me puse bastante rígida y estructurada, y muy organizada. Y después, cuando empecé a conocerme, que es lo más maravilloso para mí que tenemos, que es un camino de ida, me di cuenta que esa organización la podía llevar con conciencia y con cosas que realmente me nutren”, se la escucha decir a la actriz.
“Puede ser desde lo físico, lo mental, lo espiritual, pero poner toda la energía ahí, y después cosas de la vida que te llevan a estar sí o sí en el presente. Y hoy estoy en un proceso así”, remarcaba en el podcast que grabó sólo diez días antes de ser internada en el Hospital Italiano.
Luego llegó una reflexión que ahora, después de su muerte, tiene otro peso: “Y, bueno, es el día a día. Son cosas chiquitas, metas cortas, pero bueno, creo que a veces necesitamos como pasar una situación difícil pero para darnos cuenta de que somos de la impermanencia, que somos finitos y que todo se puede terminar en cualquier momento”.
El periodista Agustín Rey contó en qué contexto Silvina dijo esas palabras: “Esta es literalmente la última entrevista de Silvina Luna, diez días antes de su internación grabó este podcast para FZU Contenidos y nunca salió al aire. Se estaba empezando a editar cuando comenzó el principio del fin. La última frase me destruye”.