Céline Dion reveló detalles íntimos sobre su batalla contra el síndrome de la persona rígida en su nuevo documental Soy Céline Dion (I Am: Céline Dion), disponible en Prime Video.
La cantante busca concientizar sobre su enfermedad a través de su documental, recientemente estrenado en Prime.
Céline Dion reveló detalles íntimos sobre su batalla contra el síndrome de la persona rígida en su nuevo documental Soy Céline Dion (I Am: Céline Dion), disponible en Prime Video.
El filme, dirigido por Irene Taylor, muestra a la artista de 56 años enfrentando los desafíos de esta rara enfermedad neurológica que la ha mantenido alejada de los escenarios desde finales de 2022.
En una de las escenas más impactantes, Dion sufre una convulsión durante varios minutos mientras es atendida por su terapeuta de medicina deportiva, Terrill Lobo. Este incidente sucede después de una sesión de grabación, lo que sugiere que la sobreestimulación puede desencadenar estos episodios.
“Fue muy inquietante. Muy perturbador. Sé que es duro para algunos espectadores, también lo fue para mí. Pero te diré que Céline se sintió validada al verse así, y pensó que le ayudaría si otras personas pudieran entender cómo es [el SPS]...”, explicó Lobo para la producción.
Y añadió ante las cámaras: “Parte de la enfermedad es que cuando entras en una contracción, a veces la señal para liberarla no se entiende, por lo que termina quedándose en una posición contraída”.
La ganadora del Grammy describe su frustración y vergüenza al perder el control de su cuerpo. “No sé cómo expresarlo, es como… ¿sabes? No tener control de ti misma”, comenta Dion tras el episodio.
Este sentimiento de impotencia se ve agravado por el impacto de la enfermedad en su voz, su principal herramienta de trabajo. En una escena, Céline Dion intenta cantar “I Wanna Know What Love Is” de Foreigner, pero sufre de ronquera y desafinación.
A pesar de estas dificultades, Dion mantiene su determinación. “Si no puedo correr, caminaré. Si no puedo caminar, me arrastraré. Pero no me detendré”, señaló con firmeza.
Soy Céline Dion ofrece una perspectiva íntima de la vida cotidiana de la estrella durante su pausa de los escenarios, mostrando cómo interactúa con sus hijos, cuida de sus mascotas y realiza tareas domésticas en su mansión de Las Vegas.
El documental también presenta imágenes de archivo de Dion en el apogeo de su carrera, contrastando su brillante pasado con la realidad actual impuesta por la enfermedad.
Se incluyen clips de sus actuaciones pasadas, como interpretaciones de su famoso éxito “My Heart Will Go On”, ofreciendo una visión del impacto que este padecimiento ha tenido en su vida y carrera.
La intérprete anunció su diagnóstico en diciembre de 2022, después de cancelar varias fechas de conciertos. Desde entonces, ha hecho pocas apariciones públicas, aunque recientemente asistió a los Grammy 2024 y al estreno de su documental.
Dion revela en el filme que ha estado lidiando con síntomas durante casi dos décadas antes de recibir el diagnóstico correcto. Inicialmente, atribuyó sus problemas de salud a infecciones de senos nasales y oídos. “No puedo mentir más”, afirmó en el documental, explicando por qué decidió ser abierta sobre su condición.
A lo largo del documental, producciones de archivo muestran a Céline Dion embarazada de su primer hijo, René-Charles Angélil, y el nacimiento del mismo, ofreciendo una rara visión de aspectos íntimos de su vida personal.
La lucha de la famosa cantante por mantener su identidad como artista mientras enfrenta las limitaciones de su enfermedad es un tema recurrente, subrayando su resiliencia y dedicación.
En una notable muestra de adaptación y perseverancia, Dion logra grabar exitosamente una canción para la película “Love Again”, en la que también apareció, demostrando que aún puede adaptar su voz a su nueva realidad. A pesar de las dificultades que enfrenta, el filme termina con una nota de esperanza.
Soy Céline Dion no sólo documenta su lucha personal contra una enfermedad debilitante, sino que también aborda temas más amplios como el envejecimiento en la industria del entretenimiento y la vulnerabilidad de las figuras públicas.
En ese sentido, utiliza la metáfora de un manzano para describir su situación actual, explicando que antes daba “las mejores manzanas”, refiriéndose a su talento, pero ahora sus “ramas empiezan a caer a veces, a torcerse, y esas ramas empiezan a producir un poco menos de manzanas”.