La desaparición de un camión bajo las aguas del arroyo Miní, en uno de los aliviadores de la ruta nacional Nº 168, trajo a la memoria aquella tragedia en la que murieron 12 personas al caer un micro de la Empresa Etacer al río Colastiné, un 17 de enero pero de 1999.
Pasaron exactamente 25 años entre aquel desastre en pérdidas humanas -fallecieron 12 personas- y este hecho reciente que tendría a un hombre de 30 años como único involucrado, pero del que todavía no se conoce su destino.
La tapa de el Litoral del domingo 17 de enero de 1999 le puso nombre a la historia que quedará en la memoria de entrerrianos y santafesinos como “Tragedia en Colastiné”. Crédito: Pablo Aguirre
Este miércoles, las tareas de búsqueda se iniciaron en las primeras horas de la madrugada, cuando efectivos policiales acudieron al segundo aliviador ubicado en el km 11 de la arteria que conecta las capitales de Santa Fe y Entre Ríos, donde faltaban al menos 6 columnas y la baranda del viaducto ubicado por sobre el arroyo Miní, en la mano que va hacia Paraná.
En las páginas centrales un informe con gran despliegue informativo de la sección Sucesos. Crédito: Pablo Aguirre
Eso, sumado a restos de plásticos de carrocería y a la caída de un poste de alumbrado, hablaba a las claras de un vehículo desbarrancado hacia la margen derecha del curso de agua.
Manchas de aceite
Las horas fueron pasando, llegó la mañana y fueron varias las hipótesis que se tejieron en torno al suceso, ya que el marrón del agua impedía ver si efectivamente había algo allí abajo.
Policía Vial, Bomberos y Buzos Tácticos se preparaban para una operación siempre riesgosa, mientras una cuadrilla del Distrito 7° de Vialidad Nacional, señalizaba la zona del siniestro.
Una mano cortada a raíz del operativo para dar con un vehículo hundido.
Ya entrada la mañana, unas manchas de aceite comenzaron a marcar la zona del hundimiento, y a partir de la labor de los especialistas, se empezó a hablar de un camión con acoplado o tal vez un segundo vehículo.
La información estuvo canalizada desde el minuto cero, a través del órgano de Prensa de la Dirección General de Bomberos de Santa Fe -zona centro norte-, quienes tuvieron a su cargo el operativo, con conocimiento de la Fiscalía en Feria. De hecho, fueron los bomberos del Túnel Subfluvial los primeros en ser convocados ante la evidencia del accidente.
Las tareas de rescate del vehículo se extendieron por largas horas y la jornada terminó con la caída del sol, para reanudarse este jueves, con el primer claro de la mañana. En el lugar podían verse sogas tendidas desde la superficie, hacia el interior del arroyo, que son las marcas que utilizan los buzos para desempeñar su tarea con cierta seguridad, por eso se les llama “cabo de vida”.
Un cuarto de siglo
Cosas del destino, exactamente un cuarto de siglo atrás, una maniobra similar, en la misma ruta nacional Nº 168, de madrugada y con vehículos de gran porte involucrados, enlutó a las poblaciones de ambos lados del río Paraná.
Pasaron 48 horas desde el hundimiento, hasta que el martes las autoridades confirmaron que fueron doce los muertos. Crédito: Pablo Aguirre
Fue un 17 de enero de 1999, a las 3 de la mañana, cuando un colectivo de la línea Etacer, que realizaba el trayecto Paraná - Santa Fe, chocó de frente -todavía no estaba la autopista completa- contra un auto Peugeot 504 blanco, en el que viajaba un único ocupante, el cual falleció horas más tarde en el hospital Cullen.
Pasaron 48 horas desde el hundimiento, hasta que el martes las autoridades confirmaron que fueron doce los muertos. Crédito: Pablo Aguirre
Producto del siniestro, el colectivo de pasajeros, que ese domingo transportaba a 13 personas, entre ellas el chofer, rompió la baranda lateral del puente y cayó a las profundidades de las aguas del río Colastiné.
Tragedia del Colastiné
Pronto se comenzó a hablar de la “tragedia del Colastiné” como un hito en la historia de los accidentes viales de la provincia. Las crónicas de El Litoral de esa semana daban cuenta del dramatismo de la escena, relatada en primera persona por los testigos, que en dos de los casos salvaron a los dos únicos sobrevivientes, una mujer de 25 años y un hombre de 28, de los cuales ninguno sabía nadar.
Del vehículo se supo que era el interno Nº 3 de la empresa Etacer, el cual desvió su rumbo tras chocar de frente con un auto manejado por Francisco Abasto, de 38 años, quien trabajaba en el Túnel Subfluvial, según indica el diario de entonces.
Para las tareas de socorro, llevaron equipos pesados de una y otra provincia, sin embargo, fue una grúa de la EPE la cual comenzó a remolcar la unidad hundida, luego de que los buzos la localizaran y ataran fuertes lingas para la maniobra.
Grúa al agua
Sin embargo y como si al caso le faltara dramatismo, a las 14.30 del lunes 18 de enero, la grúa no soportó el peso del colectivo y cedió, provocando el estupor de quienes trabajaban en el rescate y los testigos, entre ellos familiares de las víctimas.
El lunes 18, el fotógrafo de El Litoral, Guillermo Di Salvatore, fue testigo del momento en que la grúa que sinchaba el micro cayó al agua. Crédito: Pablo Aguirre
La suerte quiso que no se agregaran más víctimas a la tragedia, y tanto el operario de la grúa como los buzos que trabajaban abajo, junto con las lanchas, resultaron ilesos.
En la edición vespertina del miércoles 20 de enero de 1999, el diario daba cuenta del relato “por escrito” de uno de los sobrevivientes. Crédito: Pablo Aguirre
Finalmente el micro fue retirado y desde la Unidad Regional Uno de Policía de Santa Fe confirmaron las identidades de los fallecidos, que alcanzó a un total de 12, incluyendo el conductor del auto chocado. Cuatro mujeres y ocho hombres de entre 24 y 61 años, la mayoría de ellos oriundos de la ciudad de Paraná.